Today I found myself doing the dishes, and instead of complaining, I truly enjoyed it. There’s something so comforting about seeing a clean kitchen and feeling the calm that comes with order. Sometimes peace hides in the everyday moments, and for me, a tidy home means a quieter mind. These small routines become almost like a ritual.
While I washed the dishes, I kept thinking how beautiful it is to take care of our space — that place that shelters us and welcomes us every single day. It might seem like just a chore, but it holds such quiet power to refresh our energy.
Hoy me tocó lavar los trastes y lejos de quejarme, lo disfruté. Hay algo tan reconfortante en ver la cocina limpia, en sentir que el orden regresa poco a poco. A veces, entre lo cotidiano, se esconden esos instantes de calma que tanto necesitamos. Para mí, una casa limpia es una mente más tranquila, y por eso estos pequeños actos se vuelven casi un ritual.
Mientras lavaba los platos, pensaba en lo bonito que es cuidar de nuestro espacio, ese lugar que nos protege y nos recibe cada día. Y aunque pueda parecer una simple tarea del hogar, tiene un poder increíble para renovar nuestras energías.
For the best experience view this post on Liketu