En un pequeño pueblo cerca del Caribe, vivía una joven llamada Sol.

Sol era una excelente costurera y su máquina de coser era su compañera fiel en todo momento. Un día, durante una tormenta en el Caribe, Sol se encontraba sola en casa, cosiendo la tela para el vestido de novia de su amiga.

De repente, la electricidad se fue y el sonido ensordecedor de los truenos invadió la habitación. Sol sabía que no podía detener su trabajo, ya que su amiga se casaría dentro de dos días y debía entregarle el vestido al día siguiente.

Sol decidió seguir cosiendo a pesar de la oscuridad, utilizando una linterna y la energía de su máquina de coser manual. En un momento dado, el viento arremetió contra las ventanas y la lluvia golpeaba fuertemente el techo de la casa. Fue entonces que alguien tocó a la puerta.

Era José, un pescador local que había estado enamorado de Sol desde hace mucho tiempo.

José estaba en su casa,cercana a la de Sol, protegiéndose de la tormenta. Al ver que arreciaba y se había ido la electricidad, decidió ir a constatar cómo estaba su "giraSOL", como él la llamaba cariñosamente. Después de escuchar la historia sobre el vestido y la imperiosa necesidad de terminarlo esa misma noche, José se quedó animándola y conversando con ella hasta que logró su meta. Además,se ofreció a acompañarla al día siguiente para que pudiera entregar el vestido de novia a su amiga.

A la mañana siguiente, José pasó muy temprano a buscar a Sol. Su carro era amplio y cómodo, el viaje duraba aproximadamente 1 hora y, durante el mismo sorprendió a Sol con un delicioso desayuno que había llevado consigo. Se había esmerado preparando en una pequeña cesta de picnic no sólo unas deliciosas tortillas mexicanas, sino jugos, pastel y frutas. se detuvieron en un sitio cerca del mar, tipo parador turístico, para poder disfrutar del desayuno cómodamente. Ella se emocionó mucho y le agradeció su amabilidad pues no había cenado y mucho menos desayunado ya que su preocupación por terminar el vestido de novia había podido más que su apetito. Con el sonido de las olas del mar como telón de fondo, se fijaron miradas dulces y se tomaron de las manos.

Así comenzó una hermosa historia de amor entre Sol y José, que culminó en un matrimonio al año siguiente. Y, por supuesto, la máquina de coser se convirtió en un objeto muy importante en la casa de ambos, ya que les recordaba el día especial de la tormenta en que se acompañaron y planearon el viaje donde se descubrieron enamorados el uno del otro.

In a small town near the Caribbean, there lived a young woman named Sol.

Sol was an excellent seamstress and her sewing machine was her faithful companion at all times. One day, during a storm in the Caribbean, Sol was alone at home, sewing the fabric for her friend's wedding dress.

Suddenly, the electricity went out and the deafening sound of thunder invaded the room. Sol knew she couldn't stop her work, as her friend was getting married in two days and had to deliver the dress the next day.

Sol decided to continue sewing despite the darkness, using a flashlight and the power of her manual sewing machine. At one point, the wind whipped against the windows and the rain was pounding heavily on the roof of the house. It was then that someone knocked on the door.

It was José, a local fisherman who had been in love with Sol for a long time.

José was in his house, close to Sol's, sheltering from the storm. Seeing that it was raging and the power was out, he decided to check on his "giraSOL", as he affectionately called her. After hearing the story about the dress and the urgent need to finish it that night, Jose stayed and encouraged her and talked with her until she achieved her goal. He also offered to accompany her the next day so she could deliver the wedding dress to her friend.

The next morning, Jose came early in the morning to pick up Sol. His car was spacious and comfortable, the trip lasted about 1 hour and, during the trip, he surprised Sol with a delicious breakfast that he had brought with him. He had taken great care to prepare in a small picnic basket not only delicious Mexican tortillas, but also juices, cake and fruits. They stopped at a place near the sea, like a tourist stop, to enjoy breakfast comfortably. She was very excited and thanked him for his kindness since she had not had dinner, let alone breakfast, as her concern for finishing her wedding dress had overpowered her appetite. With the sound of the ocean waves as a backdrop, they locked sweet glances and held hands.

Thus began a beautiful love story between Sol and José, which culminated in marriage the following year. And, of course, the sewing machine became a very important object in their home, as it reminded them of the special day in the storm when they accompanied each other and planned the trip where they discovered they were in love with each other.

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