REMEDIOS PARA EL ALMA (75)

Recuerda:

Buscando inspiración, una vez entré a la librería y me compré una tarjeta de esas que se regalan. Decía:

"Si puedes conservar tu cabeza cuando alrededor todos la pierden y te cubren de reproches, si puedes esperar y no sentirte cansado con la espera.

Si puedes, siendo blanco de falsedades, no caer en la mentira, y si eres odiado, no devolver el odio, sin que te creas por eso demasiado bueno ni demasiado cuerdo.

Si puedes soñar sin que los sueños te dominen impresionantemente; si puedes pensar sin que tus pensamientos sean tu objeto único.

Si puedes encargarte del triunfo y del desastre y tratar de la misma manera a esos dos impostores. Si puedes aguantar que la verdad que tú expones la veas retorcida por los pícaros para convertirla en trampa para los tontos.

O contemplar que las cosas a las que diste tu vida se han desechado, y agacharte y construirlas de nuevo, aunque sea con instrumentos gastados.

Si eres capaz de juntar en una sola carta todos tus triunfos y arriesgarlos a cara o cruz en una sola vuelta, y si perdieras, empezar de nuevo como cuando empezaste, y nunca más exhalar una palabra sobre la pérdida sufrida.

Si puedes obligar a tu corazón y a tus nervios a que te obedezcan, aún después de haber desfallecido de cansancio, y que obedientes así se mantengan, hasta que en ti no haya otra cosa que la voluntad gritando: "¡Perseverad, es la orden!".

Si puedes hablar con multitudes y conservar tu virtud, o alternar con reyes y no perder tus rasgos comunes. Si nadie, ni enemigos ni amantes ni amigos, pueden causarte daño.

Si eres capaz de llenar el inexorable minuto con el valor de la distancia final, tuya será la tierra y cuanto ella contenga. Y lo que vale más, serás un hombre, ¡hijo mío!

Si mal no recuerdo decía anónimo pero alguien debe haber escrito esto que aún hoy me sigue motivando...

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