This is my entry for Dreemport/Scholar and Scribe challenge: writing prompt Thread.
Although the morning of a new and radiant day was dawning, with the sweet fragrance of flowers and the warmth of the sun in a completely blue sky, Anne walked through the meadow with a frown on her face, worried about how to feed her family; it had been more than a week since they had very little to eat and very soon they would run out of food. Lost in thought, she wandered into the forest.
Distracted, thinking about how to enter the contest that was about to take place, she still did not notice where she was going. In fact, the mayor of the town had called all the tailors in the district to make a special costume for the grand opening of the beginning of the harvest, an event that took place once a year.
The one who made the best suit would be the lucky one to win an annual endowment of food. Anne knew how to sew but did not have the materials to make an outfit, however, she would not give up, she needed to find a way to be part of the contest. That's when she stumbled upon a ball of yarn in the forest. But this was not just any ball of yarn, it emitted a glow that made it feel alive as she held it in her hands.
Anne, excited, took the ball of yarn and ran home. With it she made a jacket as elegant as possible. On the day of the event all the tailors brought their most exquisite garments; even though Anne was not known in the art of making clothes, the mayor decided to give her a chance.
Even though the jacket was not a masterpiece in the face of the incredible outfits the tailors had designed, the mayor decided to give Anne a special prize for her effort; besides, in the mayor's eyes, the garment had a special shine to it and put him in a good mood.
With the prize money, Anne was able to get food for her family and also a new sewing machine. To her surprise, the odd ball of thread never ended, so she decided to make more outfits.
As time went by, the clothes Anne made got better and better; the shirts, dresses, jackets, pants and scarves may not have been very flashy, but in the eyes of the customers, they had a special shine that made them buy them. So successful was she that she decided to rent a store to sell all the clothes she had created.
Unfortunately, one night, the mayor passed away; everyone was surprised by the fact and to Anne's amazement and curiosity, the jacket, with which she had won the special prize, was also ruined.
Anne had a certain attachment to the first garment she had made and, certainly, she had managed to get out of poverty because of it. For that reason, she had noticed what had happened to the jacket.
However, a gloomy halo spread over the county. Similar events began to happen in various areas of the town. People died mysteriously and their clothes ended up in tatters. Anne began to suspect that something was not right.
Her concern was unveiled the day her sister carelessly tore her clothes with a nail after milking the cows.
That same day, Anne's sister fell prey to an unknown illness. They immediately sought out the town doctor. Unfortunately, none of the treatments improved her health.
Anne decided to do something unusual, during the night, out of sight of the curious, she took the garment and repaired it using the ball of yarn, which she still had, since it never ran out. That night she patiently repaired the garment and to her astonishment, the next morning, her sister was miraculously healed.
It was then that Anne realized how dangerous the garments she had made with the ball of yarn were.
Unfortunately, all her family, friends and townspeople had purchased one of the garments she had created. Fearing for the lives of her family and friends, Anne decided to go into the forest and search for the origin of the ball of yarn, but not before making sure that they promised to keep the clothes in a safe place and not to wear them until she returned.
Anne remembered very well where she had found the ball of yarn. It was near a large tree in the deepest part of the forest. However, no matter how hard she searched, she could not find the source of the ball of yarn; tired she decided to spend the night near the tree.
In the morning, a strange woman was sitting near her. Anne was frightened at the sight of her, however, when she saw that it was an old woman, she calmed down.
"I see you are wearing a very fine scarf," the old woman mentioned, stroking the garment.
The strange woman had recognized the material from which the scarf had been made, it was then that she reprimanded her
"It was you who stole the thread of life!"
Anne grieved, knelt before the old woman and begging for mercy, exclaimed.
"I need to know how to reverse the spell so that my family will not perish."
Unfortunately, the only way to reverse the spell was not only to return the ball of yarn but also to work in the underworld together with the old women of destiny.
At first, the old woman's words made her hesitate, but, in the end, Anne accepted the deal for the sake of her family and the villagers.
No one ever saw her again.
The most curious thing that happened after her disappearance was that every garment she had made turned to dust after three days. In this way, Anne had ensured that the lives of her relatives would never again be in danger.
See you next time...
Esta es mi entrada para el desafío Dreemport/Scholar and Scribe: escribir una historia haciendo uso de la palabra Hilo.
A pesar que la mañana de un nuevo y radiante día se levantaba, con la dulce fragancia de las flores y el tibio calor del sol en un cielo totalmente azul, Ana caminaba por la pradera con su ceño fruncido, preocupada en cómo alimentar a su familia; ya hacía más de una semana que tenían muy poco que comer y muy pronto se quedarían sin comida. Ensimismada en sus pensamientos, se adentró en el bosque.
Distraída, pensando en cómo entrar al concurso que estaba por celebrarse, seguía sin fijarse por donde iba. En efecto, el alcalde del pueblo había llamado a todos los sastres de la comarca para que le confeccionaran un traje especial para la gran inauguración del comienzo de la cosecha, acto que se realizaba una vez al año.
Aquel que fabricara el mejor traje sería el afortunado de ganar una dotación anual de comida. Ana sabía coser pero no tenía los materiales para hacer un atuendo, no obstante, no se daría por vencida, era necesario encontrar la manera de formar parte del concurso. Fue entonces cuando tropezó con un ovillo de hilo en el bosque. Pero este no era un ovillo cualquiera, emitía un resplandor que lo hacía sentir vivo mientras lo sostenía en sus manos.
Ana, emocionada, tomó el ovillo de hilo y se fue corriendo a su casa. Con él confeccionó una chaqueta lo más elegante posible. El día del evento todos los sastres llevaron sus prendas más exquisitas; aun cuando Ana no era conocida en el arte de confeccionar ropa, el alcalde decidió darle una oportunidad.
A pesar que la chaqueta no era una obra maestra ante los increíbles conjuntos que los sastres habían diseñado, el alcalde decidió darle un premio especial a Ana por su esfuerzo; además, para los ojos del alcalde, la prenda tenía un brillo especial y lo hacía sentir de buen humor.
Con el dinero del premio, Ana pudo conseguir el alimento para su familia y también una nueva máquina de coser. Para sorpresa de ella, el extraño ovillo de hilo nunca terminaba, por lo que decidió confeccionar más trajes.
Con el tiempo las ropas que hacía Ana fueron mejorando; las camisas, los vestidos, chaquetas, pantalones y bufandas quizás no eran muy llamativas, pero ante la mirada de los clientes, tenían un brillo especial que les hacía comprarlas. Tanto fue su éxito que decidió rentar una tienda para vender todas las vestimentas que había creado.
Desafortunadamente, una noche, el alcalde falleció; todos se sorprendieron del hecho y para sorpresa y curiosidad de Ana, la chaqueta, con la que había ganado el premio especial también estaba arruinada.
Ana tenía cierto apego a la primera prenda que había hecho y, ciertamente, había conseguido salir de la pobreza debido a esta. Por tal razón, se había fijado en lo sucedido con la chaqueta.
Sin embargo, un halo lúgubre se extendió sobre la comarca. Hechos similares comenzaron a suceder en varias partes del pueblo. Las personas fallecían misteriosamente y sus ropas terminaban hechas girones. Ana comenzó a sospechar que algo no estaba bien.
Su inquietud fue desvelada el día en que su hermana, por descuido, rasgó su ropa con un clavo tras ordeñar a las vacas.
Ese mismo día, la hermana de Ana cayó presa de una enfermedad desconocida. De inmediato buscaron al médico del pueblo. Lamentablemente, ninguno de los tratamientos mejoró su salud.
Ana decidió hacer algo inusual, durante la noche, fuera de la mirada de los curiosos, tomó la prenda y la reparó haciendo uso del ovillo de hilo; que aún seguía teniendo, puesto que jamás se acababa. Aquella noche pacientemente reparó la ropa y para su sorpresa, al día siguiente por la mañana, su hermana milagrosamente se había sanado.
Fue entonces cuando Ana cayó en cuenta de lo peligrosas que eran las prendas que había hecho con el ovillo de hilo.
Desafortunadamente, toda su familia, amistades y personas del pueblo habían adquirido una prenda de las que ella había creado. Temiendo por la vida de sus familiares y amigos, Ana decidió adentrarse en el bosque y buscar el origen del ovillo del hilo, no sin antes asegurarse que le prometieran guardar las ropas en un lugar seguro y no usarlas hasta su regreso.
Ana recordaba muy bien dónde había encontrado el ovillo de hilo. Era cerca de un gran árbol en lo más profundo del bosque. Sin embargo, por más que buscó, no encontró el origen del ovillo de hilo; cansada decidió pernoctar cerca del árbol.
Por la mañana, una extraña mujer se encontraba sentada cerca de ella. Ana se asustó al verla, sin embargo, al ver que era una anciana, se tranquilizó.
“Veo que llevas una bufanda muy fina,” mencionó la anciana acariciando la prenda.
La extraña mujer había reconocido el material con que había sido confeccionada la bufanda, fue entonces cuando le escarmentó
“¡Has sido tú la que ha robado el hilo de la vida!”
Ana apenada, se arrodilló ante la anciana y pidiendo clemencia, exclamó
“Necesito saber cómo revertir el hechizo para que mi familia no perezca”
Lamentablemente, la única forma de revertir el hechizo no solo era devolver el ovillo de hilo sino también trabajar en el inframundo junto con las ancianas del destino.
En un principio, las palabras de la anciana le hicieron dudar, pero, finalmente, Ana aceptó el trato por el bien de su familia y de los habitantes del pueblo.
Jamás nadie la volvió a ver.
Lo más curioso que sucedió, tras su desaparición, fue que cada prenda que había hecho, se convirtió en polvo a los tres días. De esta manera, Ana se había asegurado que la vida de sus familiares no volvería a estar en peligro.
Hasta la próxima.
The mayor is a good person for appreciating Anne's effort.
Yeah. 😄
Thanks for passing by
Nice one #dreemer Anne's story is quite tragic, but then she did the needful
Thanks for coming by 😄