Pront: Mi otro castillo.
La primera vez que escuché la frase: “Mi casa es mi castillo”, se la escuché a mi mamá en una, en una discusión con unos vecinos. Y después escuché la misma frase en una conversación, de mi mamá, con mis tías y unas amigas. Ellas conversaban ese día, sobre unas situaciones incómodas que se estaban presentando con un vecino.
El vecino, ponía la música a todo volumen y, además, dejaba la puerta de su casa abierta, y al parecer, no era el dueño de la casa, sino una persona alquilada. Y varias personas, le habían reclamado ya por esa actitud; sin embargo, el vecino decía que en su casa hacía lo que él quería.
Y eso llevó a varios vecinos a denunciarlo, y después de solventar la situación, se pusieron reglas muy serias y hasta se hizo un reglamento que todos debían seguir. Cuando le pregunté a mi mamá qué había pasado.
Ella me dijo algo que se me quedó marcado de por vida, y es lo siguiente: “Nuestra casa es nuestro castillo, y nosotros podemos hacer en ella lo que deseemos, siempre y cuando no molestemos a los demás, ya que vivimos en una comunidad, y en ella, cada casa y cada apartamento, es el castillo de una familia. Y, por lo tanto, debemos aprender a vivir en comunidad”.
Y esa fue una buena lección, donde aprendí el respeto y la consideración a los demás, en el tema de la convivencia. Pero luego, en mi adolescencia, aprendí que cada ser humano, tiene su propio castillo, y que es diferente a las cuatro paredes de hormigón que llamamos hogar.
Y eso lo aprendí, leyendo el libro. “El castillo interior o las moradas” de Santa Teresa de Ávila, y aquí me di cuenta de que tenía mi otro castillo, y que ese castillo interno, era más importante que cualquier cosa material.
También me di cuenta de que dentro de mi otro castillo, también había ruidos, intrusos y muchas cosas que realmente no deseaba dentro de mí. Eso me llevó a hacer limpieza, poner reglas, colocar las cosas en orden, o, por lo menos, tratar de hacerlo.
Y eso me ayudó a vivir, compartir y convivir mejor, conmigo mismo y con los demás. Y desde ese momento me di cuenta de que uno debe limpiar y ordenar su castillo interior constantemente, ya que eso trae un aumento de consciencia y de paz espiritual enorme en lo más profundo de nuestra humanidad.
Muchas gracias, por leerme.
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Pront: My other castle.
The first time I heard the phrase: "My house is my castle”, I heard it to my mom in one, in an argument with some neighbors. And then I heard the same phrase in a conversation, from my mom, with my aunts and some friends. They were talking that day, about some uncomfortable situations that were being presented with a neighbor.
The neighbor, put the music on loud and, in addition, left the door of his house open, and apparently, he was not the owner of the house, but a rented person. And several people had already complained to him about this attitude; however, the neighbor said that at home he did what he wanted.
And that led several neighbors to report it, and after solving the situation, very serious rules were put in place and even a regulation was made that everyone had to follow. When I asked my mom what happened.
She told me something that stuck with me for life, and it is the following: “Our house is our castle, and we can do whatever we want in it, as long as we don't disturb others, since we live in a community, and in it, every house and every apartment, is the castle of a family. And, therefore, we must learn to live in community."
And that was a good lesson, where I learned respect and consideration for others, on the subject of coexistence. But then, in my adolescence, I learned that every human being has his own castle, and that it is different from the four concrete walls that we call home.
And I learned that by reading the book. ”The inner castle or the abodes" of Saint Teresa of Avila, and here I realized that I had my other castle, and that this inner castle was more important than anything material.
I also realized that inside my other castle, there were also noises, intruders and many things that I really did not want inside me. That led me to do cleaning, make rules, put things in order, or, at least, try to do it.
And that helped me to live, share and live better, with myself and with others. And from that moment I realized that one must clean and tidy one's inner castle constantly, because that brings an enormous increase in consciousness and spiritual peace in the depths of our humanity.
Thank you very much, for reading me.
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I invite to participate: @esbat, @alicia2022, @nahueldare3627, @akrros.
Olá meu amigo!
Minha casa é meu castelo também!
Desejo um ótimo final de semana e muito sucesso na próxima!
!BBH
Olá, feliz tarde.
Nossa casa é nosso castelo, e assim como ela, devemos também cuidar do nosso castelo interior.
Os melhores votos para você e sua família.
Muito obrigado pelo apoio e comentário.
!ALIVE
Cada espacio al que pertenecemos, física o mentalmente podría ser, o es, nuestro castillo y, tal como lo has dicho, el orden es crucial para poder vivir en el de manera optima y placentera.
Por eso limpiarlo de cualquier cosa que interrumpa esa paz es crucial, sobre todo de los vecinos molestos que no saben respetar ¡JUM!
Muy buena tu publicación, un abrazo ;)
!HUESO
!IDD
!HUG
!PIZZA
Realmente, mantener nuestro Castillo interno en orden es esencial para vivir en paz con nosotros mismos y con quienes nos rodean.
Gracias por compartir esta experiencia tan enriquecedora.
!ALIVE
!HOPE