Pront: “Dale una patada más fuerte”

Cuando era pequeño, jugaba béisbol en un equipo infantil, recuerdo que siempre cubría la tercera base y la goma. Y en ese juego me iba muy bien y lo disfrutaba bastante. De hecho, en varias ocasiones, gané premios, y en una ocasión, recuerdo que me premiaron en un campo de béisbol, y el premio lo entregó, un actor, muy famoso, que hacía el papel de un payaso llamado “Popy”.

Pero cuando estaba a la mitad de la primaria, mis padres me cambiaron a un colegio de curas, y ahí, no se jugaba béisbol, ya que la mayoría de los curas eran españoles, y eso significaba que el deporte rey del colegio era el fútbol. Y yo realmente era bastante malo para ese juego.

Me costaba hacer pases con los pies, se me dificultaba mucho el controlar el balón, y la pelota, cuando era golpeada por mí, parecía que tuviese vida propia, ya que se trataba de apuntar la pelota a un lugar, cuando la golpeaba iba para otro. En fin, mi nivel de frustración con ese juego era enorme, además de que el fútbol, nunca, me llamó o gustó realmente, ni en esa época, ni ahora.

Un día, hablé con el entrenador, y le dije, que no quería seguir jugando. Él insistía en que yo debía jugar, ya que era el muchacho más grande del equipo, y realmente trataba de motivarme. Pero para mí, realmente, no había nada más aburrido, que estar corriendo de un lado para otro detrás de una pelota que, cuando lograba tocarla, no podía dominar.

Finalmente, logré dejar el equipo de fútbol, ya que me pusieron a jugar en juego contra otro colegio. Y en el juego, uno de los niños del otro equipo fue golpeado, por un muchacho de mi equipo y se cayó al piso. Realmente fue una falta y muy fuerte. Pero el árbitro no la vio. En ese momento de la falta, la pelota por arte de magia llegó a mis pies, y el entrenador y los muchachos me gritaron: “Patea la pelota a la cancha, dale una patada más fuerte”. Ya que había un compañero del equipo solo corriendo hacia la cancha.

Yo, al ver al niño golpeado, y al haber visto la falta, me dije a mí mismo que no era justo lo que estaba pasando, y me volteé y pateé la pelota, sacándola por una línea lateral. En ese momento, me sacaron del partido, y pude salir del equipo de fútbol sin mucho problema, después de los reclamos. Así que finalmente pude lograr mi meta de salir del equipo y lo hice teniendo, la certeza de que había hecho lo correcto.

Muchas gracias por leerme.

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Pront: Kick him harder”

When I was a kid, I played baseball on a kids' team. I remember always covering third base and rubber. And I was doing very well in that game and I enjoyed it quite a lot. In fact, on several occasions, I won awards, and on one occasion, I remember that I was awarded at a baseball field, and the award was given by an actor, very famous, who played the role of a clown named “Popy”.

But when I was in the middle of elementary school, my parents transferred me to a priests' school, and there, baseball was not played, since most of the priests were Spanish, and that meant that the king sport of the school was football. And I really was pretty bad at that game.

It was difficult for me to make passes with my feet, it was very difficult for me to control the ball, and the ball, when it was hit by me, seemed to have a life of its own, since it was about aiming the ball at one place, when I hit it it went to another. Anyway, my level of frustration with that game was huge, besides that football never really called or liked me, not then, not now.

One day, I talked to the coach, and I told him, I don't want to keep playing. He insisted that I should play, as I was the biggest lad on the team, and he really tried to motivate me. But for me, really, there was nothing more boring than running back and forth behind a ball that, when I managed to touch it, I could not dominate.

Finally, I managed to leave the football team, as I was put to play in game against another school. And in the game, one of the kids from the other team was hit, by a guy from my team and fell to the floor. It was really a foul and very strong. But the referee didn't see it. At that moment of the foul, the ball magically came to my feet, and the coach and the guys shouted at me: “Kick the ball to the court, kick it harder.” Since there was a teammate alone running towards the court.

I, seeing the kid hit, and having seen the foul, I told myself that it wasn't fair what was happening, and I turned around and kicked the ball, taking it out over a sideline. At that time, I was taken out of the game, and I was able to leave the football team without much problem, after the complaints. So I was finally able to achieve my goal of leaving the team and I did it having the certainty that I had done the right thing.
Thank you very much for reading me.

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