Pront: Entretener a un conejo.

Normalmente, cuando uno es un niño, uno se enamora de los animales y muchas veces queda encantado al verlos en la calle, en el zoológico y en los programas de televisión. Y cuando uno tiene un amigo, que tiene un animal en su familia, después de visitarlo, uno llega a la casa pidiendo a sus padres que compren una mascota.

Y lo más común es que las mascotas sean perros y gatos, aunque también hay personas que tiene pequeños acuarios y peceras en sus casas, al igual que hay personas que tienen loros y canarios y otras que crían tortugas, y esas son las mascotas más comunes que uno ve en las casas de las personas que visita siendo niño.

Por eso, me quedé medio pasmado, cuando mi abuelo decidió tener como mascota un conejo. Realmente, no sé la razón por la que decidió hacerlo, no tengo idea si le regalaron el conejito o si fue que vio cuando lo iban a sacrificar y decidió rescatarlo o algo así, pero lo cierto es que él tenía su conejito.

La casa de mis abuelos era una casa de 3 pisos, y la había construido mi abuelo. En el primer piso de la casa, estaba el negocio de mis abuelos; en el segundo piso vivían mis tíos y estaba un enorme comedor y la cocina, y en el tercer piso, había otros cuartos, los tanques de agua y una terraza grande, donde nos poníamos a jugar los niños, cuando visitábamos a los abuelos.

Yo visité a mi abuelo, cuando le dieron el conejito, y en ese momento el conejo, le cabía en la mano. Después vino la época de clases y casi no iba a la casa de los abuelos, y cuando iba, los veía en la casa de arriba. Un día, mi abuela me comentó que estaba molesta con el conejo, ya que no la dejaba entrar al cuarto de mi abuelo a menos que mi abuelo lo llamara.

Y después me comentó que, para poder pasar, distraerlo. Y para ella hacer que el conejo se quitara de la puerta le daba fruta, zanahoria y hasta dulces. Yo me reía, ya que pensaba que ella estaba exagerando, ya que yo, todavía, tenía la idea del conejito que cabía en la palma de la mano de mi abuelo.

Pero cuando fui a visitar a mi abuela y mi abuelo al negocio, me di cuenta de mi error y de la razón que tenía mi abuela. Lo primero que vi era un enorme hueco que iba de la pared del cuarto de mi abuelo, al depósito, que estaba en el cuarto de al lado. Y cuando le pregunté a mi abuela por ese hueco, que se parecía en la forma a los de la entrada del viaducto de La Guaira, ella me dijo que ese hueco y otros, los había abierto el conejo.

Cuando fui al cuarto de mi abuelo, y traté de entrar para saludarlo, se paró ante mí un conejo enorme blanco con una mancha gris en el pelaje. Pero realmente era enorme, yo creo que pesaría más de 10 kilos. Tenía como 40 centímetros de altura sentado. Y cuando traté de entrar, el conejo peló los dientes e hizo el intento de abalanzarse sobre mí.

Ahí, llamé a mi abuelo, y mi abuelo llamó al conejo, pero el conejo no se movió, y mi abuelo, que estaba sentado en su mesa de trabajo, se río, y le lanzó al conejo un Toronto (un bombón de chocolate redondo), y el conejo levantó su enorme cuerpo y salió corriendo entretenido detrás de él.

Mi abuelo me dijo, que el conejo, no me había dejado pasar por dos razones, la primera, que no me conocía, y la segunda, porque llevaba a mi abuelo dos botellas de refresco. Y resulta, que mi abuelo le daba un litro de Pepsi-Cola o Coca Cola al conejo diariamente, además de dulces y pan.

Por eso ese conejo tenía un tamaño tan enorme. Y lo que me impresionó, era la forma de actuar del conejo y la forma en que él asumía la defensa del territorio de mi abuelo y de él, hasta el punto de llegar a pararse frente a las personas y tratar de intimidarlas.

Muchas gracias, por leerme.

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Pront: Entertaining a rabbit.

Normally, when one is a child, one falls in love with animals and is often delighted to see them on the street, in the zoo and on television programs. And when one has a friend, who has an animal in his family, after visiting him, one comes to the house asking his parents to buy a pet.

And the most common is that the pets are dogs and cats, although there are also people who have small aquariums and fish tanks in their homes, just like there are people who have parrots and canaries and others who raise turtles, and those are the most common pets that one sees in the houses of people who visit as a child.

That's why I was half stunned, when my grandfather decided to have a rabbit as a pet. Really, I don't know the reason why he decided to do it, I have no idea if they gave him the bunny as a gift or if it was that he saw when he was going to be sacrificed and decided to rescue him or something, but the truth is that he had his bunny.

My grandparents' house was a 3-story house, and it had been built by my grandfather. On the first floor of the house, there was my grandparents' business; on the second floor my uncles lived and there was a huge dining room and the kitchen, and on the third floor, there were other rooms, the water tanks and a large terrace, where the children used to play, when we visited the grandparents.

I visited my grandfather, when he was given the bunny, and at that moment the rabbit, it fit in his hand. Then came the school season and I hardly went to the grandparents' house, and when I went, I saw them in the house upstairs. One day, my grandmother commented to me that she was upset with the rabbit, as he would not let her into my grandfather's room unless my grandfather called him.

And then he told me that, in order to get through, to distract him. And for her to get the rabbit out of the door gave her fruit, carrots and even sweets. I was laughing, because I thought she was exaggerating, because I still had the idea of the bunny that would fit in the palm of my grandfather's hand.

But when I went to visit my grandmother and grandfather at the business, I realized my mistake and how right my grandmother was. The first thing I saw was a huge hole that went from the wall of my grandfather's room to the storage room, which was in the next room. And when I asked my grandmother about that hole, which looked similar in shape to those at the entrance of the La Guaira Viaduct, she told me that that hole and others had been opened by the rabbit.

When I went to my grandfather's room, and tried to enter to greet him, a huge white rabbit with a gray spot on the fur stood before me. But it was really huge, I think it would weigh more than 10 kilos. He was about 40 centimeters tall sitting. And when I tried to get in, the rabbit peeled his teeth and made an attempt to pounce on me.

There, I called my grandfather, and my grandfather called the rabbit, but the rabbit did not move, and my grandfather, who was sitting at his work table, laughed, and threw the rabbit a Toronto (a round chocolate candy), and the rabbit lifted his huge body and ran out amused behind him.

My grandfather told me that the rabbit had not let me in for two reasons, the first, that he did not know me, and the second, because he was bringing my grandfather two bottles of soda. And it turns out, my grandfather gave a liter of Pepsi-Cola or Coca Cola to the rabbit daily, in addition to sweets and bread.

That's why that rabbit was such a huge size. And what impressed me was the way the rabbit acted and the way he assumed the defense of my grandfather's territory and his, to the point of getting to stand in front of people and try to intimidate them.

Thank you very much, for reading me.

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