Afrontar los problemas de pareja requiere de una serie de recursos psicológicos que no siempre tenemos disponibles o no siempre queremos usar en un determinado momento.
El amigo @emiliorios nos comentaba en una de sus publicaciones más recientes un tema que siempre ha estado presente a nivel de las relaciones amorosas: las diferencias entre dos personas que conforman una pareja, y la batalla de "poderes" que puede surgir de esta diferencia.
Una de las partes puede intentar imponerse a la otra, manipularla, la otra parte puede ceder o sacrificarse. Aquí hay un desbalance, una relación de dominancia que muchas veces no es consensuada por ambas partes, pues las decisiones de uno imperan, el otro solo acepta. En otros casos ocurre una batalla de poderes, como menciona Emilio en su publicación, una competencia por quien tiene la razón, quién "gana" las discusiones, quien es la víctima y quién es el culpable de un conflicto. En efecto, esto denota dificultades en la comunicación, el respeto... Se pierde de vista el bien del núcleo familiar y se pone en primer lugar el interés y bienestar propio.
Finalmente, también puede ocurrir una dinámica de pareja en la cual cada parte de la díada "baja las armas", deciden no pelear, pero no necesariamente para dialogar en la tranquilad y llegar a un acuerdo, todo lo contrario, escogen el camino de la evasión del problema.
Esta situación representa una agonía silenciosa que lleva a la muerte de la relación de pareja. Nunca vuelven a discutir, nunca vuelven a estar en desacuerdo, tampoco pueden tocar ciertos temas, por las razones que sean (son dolorosos, causan frustración o rabia, refieren a un aspecto que, por complejo, no se desea abordar ni atender). Estas parejas lucen bien "aparentemente", pero en el fondo se sienten infelices o insatisfechas. Quizás todavía queda algo de amor y es lo que preserva la relación y el deseo de "no querer herir al otro", pero lo que no se han dado cuenta es que el amor duradero está muy lejos de ser esas mariposas en el estómago que sintieron la primera vez que se vieron. El amor es una construcción diaria, un compromiso, la necesidad de tener diferencias pues en ellas está la individualidad de cada uno pero también el deseo de solventarlas, de escuchar los puntos de vista del otro y encontrar puntos en común, a pesar de las desavenencias.
Discutir ciertos temas hace parte de la construcción del amor en pareja. Habla del esfuerzo de ambos por mantener la relación como un lugar seguro, habitable, reconfortante. Cuando se temen las discusiones es porque probablemente se han tenido malas experiencias con ellas. Porque se cree que discutir un tema siempre termina con la fractura del ego, de la relación o de la vida en conjunto. No tiene por qué ser de ese modo. Dos personas pueden hablar, tener desacuerdos y en medio de las diferencias saber que, por sobre todas las cosas, deciden estar juntos, de una manera sana y satisfactoria para ambas partes.
Lograr este equilibrio, entre la individualidad y la vida en conjunto precisa de esfuerzo y energía, pero sobre todo, de un gran amor hacia uno mismo y hacia el otro. Si no, caemos en las dinámicas mencionadas anteriormente: lucha por el poder, relaciones de dominancia-sumisión o la omisión absoluta del conflicto, que tarde o temprano traerá sus consecuencias.
Facing couple problems requires a series of psychological resources that we do not always have available or do not always want to use at a given moment.
Our friend @emiliorios told us in one of his most recent posts about a topic that has always been present at the level of love relationships: the differences between two people who make up a couple, and the battle of “powers” that can arise from this difference.
One of the parties may try to impose itself on the other, to manipulate it, the other party may give in or sacrifice itself. Here there is an imbalance, a relationship of dominance that is often not agreed upon by both parties, because the decisions of one prevails, the other only accepts. In other cases a power battle occurs, as Emilio mentions in his publication, a competition for who is right, who “wins” the arguments, who is the victim and who is to blame for a conflict. In effect, this denotes difficulties in communication, respect? The good of the family nucleus is lost sight of and self-interest and well-being are put first.
Finally, a couple dynamic can also occur in which each part of the dyad “lays down their arms”, they decide not to fight, but not necessarily to dialogue in peace and reach an agreement, on the contrary, they choose the path of evasion of the problem.
This situation represents a silent agony that leads to the death of the couple's relationship. They never discuss again, they never disagree again, nor can they touch certain topics, for whatever reason (they are painful, they cause frustration or anger, they refer to an aspect that, because of its complexity, they do not want to address or attend to). These couples look good “apparently”, but deep down they feel unhappy or unsatisfied. Perhaps there is still some love left and it is what preserves the relationship and the desire to “not want to hurt the other”, but what they have not realized is that lasting love is far from being those butterflies in the stomach that they felt the first time they saw each other. Love is a daily construction, a commitment, the need to have differences because in them is the individuality of each one but also the desire to solve them, to listen to each other's points of view and find common ground, despite the disagreements.
Discussing certain issues is part of the construction of love as a couple. It speaks of the effort of both to maintain the relationship as a safe, livable, comforting place. When people fear discussions, it is probably because they have had bad experiences with them. Because it is believed that discussing an issue always ends up fracturing the ego, the relationship or life as a whole. It doesn't have to be that way. Two people can talk, have disagreements and in the midst of the differences know that, above all things, they decide to be together, in a healthy and satisfactory way for both parties.
Achieving this balance between individuality and life together requires effort and energy, but above all, a great love for oneself and for the other. Otherwise, we fall into the dynamics mentioned above: power struggles, dominance-submission relationships or the absolute omission of the conflict, which sooner or later will bring its consequences.
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Ningún extremo es bueno, tanto evadir los problemas o las discusiones necesarias, como vivir en una constante confrontación, son acciones muy dañinas para una relación, es muy bonito poder conversar de lo que sea, vivir con las diferencias, sin que eso sea un problema, porque, como bien dices...
Saludos, como siempre fue un placer leerte.
Gracias 🙏🏼 muy atinado tu comentario, los extremos nada bueno traen. Esos espacios de comunicación son importantes y hay que buscarlos
Gracias por compartir, muy buen post. Solía dejar muchas cosas por resolver en mis relaciones anteriores, eso va dejando daños en tu relación, que con el tiempo y la repetición esto genera muchas separaciones por sentimientos de incomprensión o falta de valor. Gracias por tu aporte!!!
Lo importante es que lo tienes identificado, esto te permite no pasar por lo mismo en tus relaciones actuales.
Me alegra que este sea un contenido de utilidad, gracias por tomarte el tiempo de leer y comentar.