Hay circunstancias de la vida que hacen que la manecillas de nuestro reloj tengan su propio ritmo, incluso, que a veces se detengan por un momento.
En ocasiones no solo se trata de las circunstancias que nos rodean, sino también de nuestras propias características internas. El tiempo avanza a la misma velocidad para todos pero no todos tenemos los mismos recursos (sean de cualquier tipo) para ir a la misma velocidad.
Es frecuente mirarnos a través de relojes ajenos. Yo recuerdo haberlo en el colegio, cuando veía que alguien terminaba una evaluación antes que yo. Surgían entonces las preguntas ¿Yo lo estaré haciendo bien? ¿Hay algo que es más sencillo y yo lo estoy haciendo más complejo? ¿Por qué tengo que demorarme tanto y no puedo ser más rápida? Todos estos pensamientos traían consigo una serie de sensaciones que me llenaban de angustia, y poco me ayudaban con mi examen.
Este es solo un ejemplo, de las veces que he visto a otros para evaluar mi propio trabajo y esfuerzo. Creo que es un modo de pensar que lo tenemos muy arraigado producto de lo que nos han dicho, y las preguntas que nos han hecho.
Ciertamente, en el caso de los niños, hay una serie de competencias esperadas de forma normativa, que hacen que veamos el resto de la vida en el mismo sentido. A cierta edad un niño debe empezar a leer, en cierto momento del año está de vacaciones, luego de terminar primaria debe iniciar su bachillerato. Este molde no se cuestiona, y lo entiendo, pues lo previsible y estable de los primeros años de vida ayuda mucho en la constitución y desarrollo de la personalidad del niño, que más adelante será un adulto y se beneficiará de cierto orden y cierta estructura. Pero incluso en los niños, podemos ver rasgos que apuntan a que cada ser es diferente, y que cada quien lleva su propio ritmo.
Una vez salimos del colegio se empieza a abrir un mundo de posibilidades y decisiones que hacen que cada reloj se diferencie considerablemente de otros. Cada uno entonces empieza a elegir, dentro de sus posibilidades, lo que puede in construyendo en su vida. Algunos escogen una carrera universitaria, otros se inician directamente en el mundo laboral, otros viajan e incluso algunos toman lo que se denomina un "año sabático".
Estas decisiones forman un entramado de nuevas decisiones que llevan a cada persona por caminos diferentes, cada uno tendrá sus propios retos y desafíos.
Las primeras escogencias luego se convierten en otras, casarse, decidir o no si continuar con la carrera profesional, emigrar, cambiar de empleo. Poco a poco cada uno va construyendo su universo de posibilidades, sus prioridades, y así, de pronto, tenemos una vida única, diferente.
Tener un referente, una inspiración o un modelo a seguir puede ser algo positivo, cuando se interpreta así, como una motivación o una guía para alcanzar nuestras propias metas. Comparar nuestros tiempos, nuestros aprendizajes, logros y decepciones con los de otros, criticarnos o sentirnos culpables por lo que hemos hecho o dejado de hacer, trae consigo ansiedad y tristeza. Nos hace ajenos a nuestra propia historia, la única de la cual podemos ser 100% testigos, y nos volvemos entonces espectadores ilusorios de realidades externas.
Creo que para concentrarnos en nuestro propio reloj, nuestro tiempo, que es finito vale decir, debemos tener claro lo que queremos. No todos hemos podido planteárnoslo de jóvenes, ni tener certezas a temprana edad, pero nunca es tarde. Empecemos preguntándonos hoy qué queremos hacer con nuestra vida, tengamos una lista de prioridades y de acuerdo a nuestras posibilidades, construyamos eso que nos llena de ilusión y nos motiva a esforzarnos día tras día.
Esta publicación surge como inspiración luego de leer la publicación de
@rosahidalgo quien nos propone en su post: Tú línea de tiempo no es la misma que la de los demás. Además, allí nos deja unas interesantes preguntas sobre las cuales podemos reflexionar.
Nos vemos en los comentarios, gracias por leer!
There are circumstances in life that make the hands of our clock have their own rhythm, and sometimes even stop for a moment.
Sometimes it is not only the circumstances that surround us, but also our own internal characteristics. Time moves at the same speed for everyone, but not all of us have the same resources (of any kind) to go at the same speed.
It is common to look at ourselves through other people's clocks. I remember doing it in school, when I saw someone finish an evaluation before me. The questions would arise: Am I doing it right, is something simpler and I'm doing it more complex, why do I have to take so long and can't I be faster? All these thoughts brought with them a series of feelings that filled me with anguish, and did little to help me with my exam.
This is just one example, of the times I have looked to others to evaluate my own work and effort. I think it is a mindset that we have ingrained in us as a result of what we have been told, and the questions we have been asked.
Certainly, in the case of children, there are a number of normatively expected competencies, which make us look at the rest of life in the same way. At a certain age a child must start reading, at a certain time of the year he is on vacation, after finishing primary school he must start his baccalaureate. This mold is not questioned, and I understand it, because the predictability and stability of the first years of life helps a lot in the constitution and development of the personality of the child, who later will be an adult and will benefit from a certain order and structure. But even in children, we can see traits that point to the fact that every being is different, and that everyone has his or her own rhythm.
Once we leave school, a world of possibilities and decisions begins to open up that make each clock considerably different from the others. Each one then begins to choose, within his or her possibilities, what he or she can build in his or her life. Some choose a university career, others start directly in the working world, others travel and some even take what is called a "sabbatical year".
These decisions form a web of new choices that lead each person down different paths, each one will have his or her own challenges.
The first choices then become others, getting married, deciding whether or not to continue with one's professional career, emigrating, changing jobs. Little by little, each one builds his or her universe of possibilities, his or her priorities, and so, suddenly, we have a unique, different life.
Having a reference, an inspiration or a role model can be a positive thing, when it is interpreted in this way, as a motivation or a guide to reach our own goals. Comparing our times, our learning, achievements and disappointments with those of others, criticizing ourselves or feeling guilty for what we have done or not done, brings anxiety and sadness. It makes us oblivious to our own story, the only one we can be 100% witness to, and we then become illusory spectators of external realities.
I believe that in order to concentrate on our own clock, our own time, which is finite, we must be clear about what we want. Not all of us have been able to think about it when we were young, nor to have certainties at an early age, but it is never too late. Let's start asking ourselves today what we want to do with our life, let's have a list of priorities and according to our possibilities, let's build that which fills us with illusion and motivates us to make an effort day after day.
This post comes as an inspiration after reading the post by
@rosahidalgo who proposes in her post: Your timeline is not the same as everyone else's. In addition, there she leaves us some interesting questions on which we can reflect.
See you in the comments, thanks for reading!
Todas las imágenes de esta publicación son de mi autoría, editadas en snapseed y canva. El contenido también es original y propio.
All images in this post are my own, edited in snapseed & canva. The content is also original and mine.
El tiempo para todos es el mismo mi amiga @sofiaquino98 claro la experiencia y el talento de cada quien, hacen la diferencia en cuanto a su uso. Cuando estudiante, nos daban el mismo tiempo para todos en un examen, algunos por su talento lo concluían en el menor tiempo posible, otros no lo desarrollaban en el tiempo que le daban a todos. Así es también en la vida para cada evento, unos consiguen trabajo rápido, otros tardan más en lograrlo. Bueno, la vida es así, es el mismo tiempo, pero para cada persona su uso es diferente. Muy buen tema mi querida amiga, en todo caso hay que apurarse en el tiempo, pues avanza y no podemos quedarnos resagados.
Gracias por compartir sus pensamientos Sr Omar! Efectivamente, por diversos factores los tiempos de cada quien varían. Para eso es importante conocerse y así poder sacarle el máximo provecho a nuestro potencial. También existen técnicas que nos permiten darle un mejor uso a nuestro tiempo, toma de decisiones, resolución de problemas, manejo efectivo de los recursos, etcétera.
Valoro su lectura y comentario, un abrazo!
Gracias a ti @sofiaquino98 por expresar tan buenos conocimientos, propios de una profesional en psicología. Saludos y muchas gracias por tus frecuentes visitas a mis publicaciones. Te invito a la elaboración de un café frio con trocitos de manzana, es energizante. Abrazos. Éxitos.
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Hola @sofiaquino98.
Como siempre, es un gran placer leer tus publicaciones y en esta coincido enormemente.
Siento que siempre viví en un horario diferente al de los que me rodeaban, puede ser a causa de haber sido siempre el menor entre mis compañeros de estudio y como empecé a trabajar a temprana edad, me acostumbré a relacionarme con personas de más edad.
Hoy son pocas las personas de más edad con que me puedo relacionar y a decir verdad me siento muy cómodo al relacionarme con los más jóvenes. Como si siempre andará contra la corriente.
Recibe un fuerte abrazo y saludos a esos bellos seres que llamas padres.
Qué curioso cómo cambiaron las cosas para usted a lo largo del tiempo... Parece que ha sido una constante en su vida el convivir y aprender de otras generaciones. A mi me parece que eso puede traer muchos beneficios y enriquecimientos, claro, si se quiere ver desde esa perspectiva.
Muchas gracias por el tiempo dedicado a leer y comentar, le mando un especial saludo de vuelta!