Mi Diario: 17 diciembre 2023 // My Diary: December 17 2023

Hola, querido hiver.

El filósofo Sócrates resumió en un puñado de palabras la máxima aspiración de la sabiduría: «Conócete a ti mismo». En esta sociedad de caos y prisas, en la que pararse a pensar es un lujo, no me puedo sentir más afortunada por disponer de tiempo para hacerlo. Para ello he de invertir mi voluntad, pues, como a todos, a mí también me atraen los miles de estímulos que luchan por captar mi atención.

En el Diario para estoicos hoy sugieren unas pocas preguntas a plantearnos. Dedico esta publicación a dejarlas por escrito y te invito a que tú también te las hagas dedicándote unos minutos.

¿Quién soy?
¡Empezamos fuerte! Que levante la mano aquel que pueda dar una respuesta sin un atisbo de duda. Yo, desde luego, soy incapaz de responder a esto, pero intentaré arrojar algo de luz en mi mente. Y, sobre todo, en mi espíritu.

Me considero una persona abierta de mente, generosa y tolerante. Sin embargo, tras mi sonrisa oculto una sensibilidad extrema que no he sabido gestionar en algunas ocasiones. Esto me hizo daño en el pasado. Mucho. Provocó que me plegase hacia mí misma. Esperaba así evitar el dolor, pero me daba cuenta de que me aislaba y eso va contra mi naturaleza social. Necesito ayudar a los demás para sentirme útil. Y para eso debo conectar con ellos.

Gracias a Hive encontré un lugar en el que desarrollarme y compartir mis alegrías y penas a la vez que ejerzo esa asistencia a otras personas. Sin embargo, a veces caigo de nuevo en olvidarme de mí misma y tengo que reconectar de nuevo conmigo y mi esencia. Son nuevas lecciones de vida que me ayudan a crecer.

¿Qué considero importante?
Mis valores. Aquí no tengo dudas. Por encima de todos ellos tengo un enorme sentido de la justicia. Eso es peligroso cuando me involucro en luchas que no me afectan directamente y, por fortuna, he aprendido a evitarlas tanto como puedo.

Por otro lado, sé que a pesar de que me importen personas o cosas está fuera de mi control el que estas se encuentren bien o que las consiga. A veces es suficiente con mantener bien amarrados mis propios pensamientos, mantenerme en calma y limitarme a sentir que estoy viva.

¿Qué me gusta?
Cualquier cosa que me ocupe la mente. Soy adicta a aprender, en especial de las experiencias ajenas. Me aburren los grandes ensayos sesudos en los que tienes que estar todo el rato consultando el diccionario o notas al pie para entender lo que te cuentan. No, a mí dame un vocabulario normal, como si el autor y yo nos sentáramos a tomar un café y yo esté escuchando lo que me cuenta.

En el plano físico me encanta dar mis paseos en la naturaleza o el parque, que son los más frecuentes com es lógico en quien vive en una ciudad. Los días en los que el sol no calienta demasiado, sentarme en un banco y dejar que sus rayos me acaricien la cara es suficiente para sentirme plena y en paz, como en un pequeño cielo terrestre.

¿Qué necesito?
Más allá de lo básico para cubrir las necesidades fisiológicas, cada vez necesito menos cosas. No he sido nunca persona de muchos caprichos. Eso sí, los pocos que tengo suelen ser caros porque doy prioridad a la calidad sobre la cantidad. Esto lo aplico prácticamente para todo.

En el lado afectivo necesito ser de vez en cuando a quien escuchen, no por darme importancia ni nada parecido. Simplemente para drenar lo que llevo dentro y que se me acumula como las aguas de un embalse. Ahora que me atrevo a ponerlo por escrito he encontrado un mecanismo para abrir sus compuertas a mi antojo, lo que ha supuesto un cambio radica a mejor en mi estabilidad emocional.

Hasta aquí el diario de hoy. Nos vemos en la próxima publicación. Mientras tanto, ¡cuídate!

Aviso: Todo lo publicado en este post es de mi autoría, excepto los elementos en los que doy crédito a su/s autor/es. Por tanto, en caso de plagio o difusión sin mi permiso, ejerceré mis derechos de autor si así lo estimo oportuno.
Realizo mis fotografías con mi móvil iPhone, las edito en el editor de fotos de Mac y con la versión gratuita de la aplicación PicsArt.

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Hi, dear hiver.

The philosopher Socrates summed up in a handful of words the highest aspiration of wisdom: "Know thyself". In this society of chaos and haste, where stopping to think is a luxury, I could not feel more fortunate to have the time to do so. To do so I have to invest my will, because, like everyone else, I too am attracted by the myriad stimuli that struggle to capture my attention.

In today's Daily Stoic they suggest a few questions to ask ourselves. I dedicate this publication to write them down and invite you to take a few minutes to ask them yourself.

Who am I?
We are off to a strong start! Hands up anyone who can give an answer without a hint of doubt. I, of course, am unable to answer this, but I will try to shed some light in my mind. And, above all, in my spirit.

I consider myself an open-minded, generous and tolerant person. However, behind my smile I hide an extreme sensitivity that I have not been able to manage at times. This hurt me in the past. A lot. It caused me to turn in on myself. I hoped to avoid pain, but I realised that I was isolating myself and that goes against my social nature. I need to help others to feel useful. And for that I need to connect with them.

Thanks to Hive, I found a place where I can develop and share my joys and sorrows while helping others. However, sometimes I fall back into forgetting myself and I have to reconnect again with myself and my essence. These are new life lessons that help me to grow.

What do I consider important?
My values. Here I have no doubts. Above all of them I have a huge sense of justice. That is dangerous when I get involved in struggles that do not affect me directly and, fortunately, I have learned to avoid them as much as I can.

On the other hand, I know that even if I care about people or things it is beyond my control whether they are well or whether I get them. Sometimes it's enough to just keep my own thoughts tied up, stay calm and just feel like I'm alive.

What do I like?
Anything that occupies my mind. I am addicted to learning, especially from other people's experiences. I'm bored by big, brainy essays in which you have to consult a dictionary or footnotes all the time to understand what you're being told. No, give me a normal vocabulary, as if the author and I were sitting down for a cup of coffee and I was listening to what he was telling me.

On a physical level, I love to take my walks in nature or in the park, which are the most frequent, as is logical for those who live in a city. On days when the sun is not too hot, sitting on a bench and letting its rays caress my face is enough to make me feel full and at peace, like in a little earthly heaven.

What do I need?
Beyond the basics to cover physiological needs, I need less and less things. I have never been a person of many whims. However, the few that I do have are usually expensive because I prioritise quality over quantity. I apply this to practically everything.

On the emotional side, I need to be listened to from time to time, not to give myself importance or anything like that. Simply to drain what I carry inside me and which accumulates like the waters of a reservoir. Now that I dare to put it in writing I have found a mechanism to open its floodgates at my whim, which has meant a radical change for the better in my emotional stability.

So much for today's journal. See you in the next issue. In the meantime, take care!

Notice: Everything published in this post is of my authorship, except for the elements in which I give credit to its author/s. Therefore, in case of plagiarism or dissemination without my permission, I will exercise my copyright if I deem it appropriate.
I take my photos on my iPhone, edit them with the Mac photo editor and the PicsArt application (free version).

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