Carlos vivía con su primos en Caracas, muy cerca del cerro El Ávila en la Pastora, a ellos les encantaba ir a pasear al Ávila, pero sus padres no podían llevarlos con la frecuencia que ellos lo deseaban, y para poner reparo a la situación y darle a los niños un espacio natural donde jugar y divertirse, los fines de semana, sus padres los metieron en los Scouts.

El hecho de que Carlos y sus primos estuviesen en los Scouts, era muy bueno para ellos, ya que pasaban tiempo en la naturaleza, con grupos de amigos y así salían de la limitación de estar metidos en casa, divirtiéndose solo con los juegos de la computadora y la televisión. Además, esas actividades, hacían que Carlos y sus primos se unieran cada vez más, y compartieran e hicieran buena amistad con otros niños.

Sin embargo, un día Carlos se sintió muy triste, debido a que su tío, había conseguido un trabajo en Argentina, y él junto con su tía y sus primos se irían, en unos pocos meses. Cuando sus primos se fueron, Carlos pasó un tiempo muy triste, y aunque seguía teniendo contacto permanente con sus primos vía internet, ellos les hacían mucha falta.

Cuando llegaron las vacaciones de Carlos en la escuela, su mama le dio la sorpresa de que irían unas semanas a visitar a sus primos en una ciudad llamada Bariloche en Argentina. Carlos estaba loco de la alegría, al igual que sus primos. Cuando Carlos llegó con su mamá, todo fue alegría para la familia, aunque se tardaron un poco en llegar a la casa, debido a que los primos de Carlos vivían en las afuera de la ciudad en un lugar donde había un hermoso bosque.

Los niños, los primeros días jugaban en el bosque como buenos Scouts, disfrutando de la naturaleza y compartiendo con otros niños del vecindario. Un día, se levantaron y todos tenían mucho frío, al asomarse por la ventana, vieron que estaba cayendo nieve y que el bosque estaba agarrando un color blanco.

Los niños nunca habían visto la nieve, así que para ellos era algo hermoso y novedoso, ellos después de desayunar, estando bien abrigados y con el permiso de sus padres, salieron a jugar en la nieve y pasaron un día espectacular, ya que al poco tiempo se les unieron otros niños vecinos, y empezaron a hacer figuras y muñecos de nieve.

A las semanas, Carlos y su mamá debían volver a Caracas a seguir con su vida cotidiana, ellos se despidieron de su familia, Carlos se despidió de sus primos y de sus nuevos amiguitos y les prometió estar en contacto con ellos vía internet.

Cuando Carlos regresó a su casa, estaba lleno de historia para sus amigos, y siempre se mantenía en contacto con sus primos y sus nuevos amigos. Y siempre que hablaban, se recordaban de los días que jugaban en la nieve, juntos como una gran familia. Y Carlos siempre que se recordaba a sus primos y a sus amigos de Argentina, se los imaginaba jugando con él en la nieve, recordando uno de los momentos más alegres de su vida.

Gracias por leerme.

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