Series: The Scarleth Rose | Part 2 (La Rosa Escarlata) (EN/ES)
The Scarleth Rose
Part 2
“Finish him, Scarleth.” Phil was ordering the assassin.
“Scarleth, stop for a moment,” said the man who was battered.
The woman was leading him to a forest where the sakura trees were blooming with their peculiar pink blossoms that were falling slowly, as if held back by an invisible force.
“I'll take you to a hospital, that wound looks bad.” Scarleth looked at the man's arm.
“Don't worry it's just a scratch.” The man flashed a warm smile. “I'll be fine I just want to get some rest.”
The man lay down on a log. The bark of these thousand year old natural beings, served as a hard, but useful pillow for the injured man, who held his arm with the other and closed his eyes as he turned his face slightly to one side.
Scarleth left him and looked for some water to quench her thirst a little, she needed a cool drink for her mouth after that dangerous moment in the building. She came across a small stream of clear water, and she dipped her hands into the precious liquid.
The water ran down her beautiful harmonious face and every pore seemed to be satiated with that little splash, coming from her hands. Memories flooded back as the water invaded every space of her silky white skin. She looked at her reflection and wanted to understand what was happening to her, but she had no answer in that forest where the sakura kept falling.
In that instant she stood up, her instinct had been activated. She looked up at the firmament and a beam of light was rushing towards her. Scarleth turned slightly and the beam of light made a hole in the ground. Blood began to gush down one of her arms. The warrior looked at a small cut above her elbow.
She tore a piece of cloth and put it on the wound. Then she heard a very familiar voice. “Scarleth, you are losing your instincts. Being next to that man is making you weak, haha.”
“Come out wherever you are, Shauna. It's time to fight.” Scarleth unsheathed her Katana.
“I already told you, dear Scarleth. Our fight is not yet due, but if you survive Alfil, I will gladly take your life, haha.” The voice disappeared.
Then a great beam of light fell from the sky and the glare blinded Scarleth for an instant. She put one of her arms over her eyes to cover them. Out of that light appeared Alfil, a dark man, completely bald, black eyes and wearing black Kevlar armor.
Alfil was approaching quickly with a large sword, the gauntlet. As he fanned with the weapon, it seemed to cut through the air. Scarleth moved quickly to avoid being struck by the deadly blade.
The movements with the greatsword created air blows that swept through the forest. Scarleth kept evading Alfil's attacks. She was running through the trees, trying to escape, while thinking how to attack her enemy. She managed to lose sight of him and took refuge in one of the trees.
Scarleth took a deep breath and closed her eyes in order to visualize the attack against Alfil. The beautiful sakura kept falling down her head. She analyzed several attacks, but none had a high percentage of success. He inhaled deeply and at that instant he moved abruptly falling to the ground.
The cleanly cut tree was falling in Scarleth's direction. She quickly moved again managing to avoid it falling on her.
“Haha. Scarleth, Scarleth. what's happening to you? Don't tell me you've gotten rusty over the years.” Alfil appeared above the fallen tree along with his greatsword on his shoulder.
“Alfil, I see you still retain your great strength and power.” Scarleth was slowly getting up.
“My dear Scarleth, you have to be fit in this business. If you fall asleep, you'll end up ten feet under. Haha.” Alfil looked haughtily at the woman.
“It seems to me that we have no choice but to fight, Alfil.” Scarleth took her scarlet sword and got into a fighting stance.
“Scalerth, you don't know how much I'm going to enjoy killing you and at last be considered by the skull organization to take your place. I, Alfil Namara will be the best assassin in the whole world. Haha.” The man pranced so high that he was out of sight.
The scarlet assassin closed her eyes and kept analyzing attacks, 40%, 35%, 20% odds were showing in her mind. “Damn, what's happening to me,” she thought.
At that moment, she sensed the danger and rose quickly. Like a bolt of lightning Alfil fell and clashed his greatsword with Scarleth's katana. The shockwave generated by the meeting of the two weapons caused the ground around her to sink.
Sparks flew from the swords. Scarleth gritted her teeth as she tried to parry Alfil's attack. “Give up, Scarleth. You're already dead. Haha.”
Alfil printed more force into the attack and a burst of incandescent light ejected the two away from each other. Scarleth hit a tree and fell face first to the ground. A great pain invaded her body, as blood emanated from her mouth.
La rosa escarlata
Parte 2
«Scarleth, detente un momento», decía el hombre que estaba maltrecho.
La mujer lo llevaba hasta un bosque donde los árboles de sakura florecían con su peculiares rosadas que caían lentamente, como detenidas por una fuerza invisible.
«Te llevaré a un hospital, esa herida se ve mal». Scarleth miraba el brazo de hombre.
«No te preocupes solo es un rasguño». El hombre mostraba una sonrisa cálida. «Estaré bien solo quiero descansar un poco».
El hombre se recostaba sobre un tronco. La corteza de estos milenarios seres naturales, servía como almohada dura, pero útil para el hombre herido, que se tomaba el brazo con el otro y cerraba los ojos mientras giraba su rostro levemente hacia un lado.
Scarleth lo dejaba y buscaba un poco de agua para calmar un poco la sed, necesitaba un aliciente fresco, ya que necesitaba refrescar la boca después de aquel ajetreado momento en el edificio. Se encontró con un pequeño arroyo de agua clara, metió las manos en el preciado líquido.
El agua recorría su bello rostro armonioso y cada poro parecía saciarse con ese pequeño chapuzón, que venían de las manos. Los recuerdos se agolpaban mientras el agua invadía cada espacio de su piel blanca y sedosa. Miró su reflejo y quería entender que le estaba sucediendo, pero no tenía una respuesta en ese bosque donde las sakura seguían cayendo.
En ese instante se levantó, su instinto se había activado. Miró al firmamento y un haz de luz se dirigía a ella rápidamente. Scarleth se giró levemente y el haz de luz hacía un hueco en el suelo. La sangre empezó a brotar por uno de sus brazos. La guerrera se miró un pequeño corte arriba del codo.
Rasgó un trozo de tela y se lo puso en la herida. Luego escuchó una voz muy familiar. «Scarleth, estás perdiendo tu instinto. Estar junto a ese hombre te está haciendo débil, jaja».
«Sal de donde estés, Shauna. Es hora de pelear». Scarleth desenvainaba su catana.
«Ya te dije, querida Scarleth. Nuestro combate aún no debe realizarse, pero si sobrevives a Alfil, con gusto te quitaré la vida, jaja». La voz desapareció.
Después un gran rayo de luz cayó del cielo y el resplandor cegó por un instante a Scarleth. Se puso uno de los brazos en los ojos para taparse. De aquella luz aparecía Alfil, un hombre moreno, completamente calvo, ojos negros y tenía puesta una armadura de Kevlar de color negro.
Alfil se acercaba rápidamente con una gran espada, la guantelete. Cuando abanicaba con el arma, parecía cortar el aire. Scarleth se movía rápidamente para no ser alcanzada por aquella mortal espada.
Los movimientos con la gran espada creaban golpes de aire que recorrían el bosque. Scarleth seguía evadiendo los ataques de Alfil. Corría por entre los árboles, tratando de escapar, al tiempo que pensaba como atacar a su enemigo. La mujer escarlata logró perderlo de vista y se refugió en uno de los árboles.
Scarleth respiraba profundo y cerraba los ojos para poder visualizar el ataque contra Alfil. Las bellas sakura seguían cayendo por su cabeza. Analizó varios ataques, pero ninguno tenía un porcentaje elevado de éxito. Inhaló profundo y en ese instante se movió bruscamente cayendo al suelo.
El árbol cortado limpiamente caía con dirección a Scarleth. Ella se volvió a mover rápidamente logrando evitar que le cayera encima.
«Jaja. Scarleth, Scarleth. ¿Qué te está sucediendo? No me digas que te has oxidado con los años». Alfil aparecía encima del árbol caído junto con su gran espada en el hombro.
«Alfil, veo que aún conservas tu gran fuerza y poder». Scarleth se levantaba lentamente.
«Mi querida Scarleth, hay que estar en forma en este negocio. Si te duermes, terminaras tres metros bajo tierra. Jaja». Alfil miraba con altivez a la mujer.
«Me parece que no nos queda otra opción que luchar, Alfil». Scarleth tomaba su espada escarlata y se ponía en posición de combate.
«Scalerth, no sabes cuánto voy a disfrutar matándote y al fin seré considerado por la organización de la calavera para ocupar tu lugar. Yo, Alfil Námara seré el mejor asesino de todo el mundo. Jaja». El hombre brincaba tan alto que se perdió de vista.
La asesina escarlata cerraba los ojos y seguía analizando ataques, 40%, 35%, 20% de probabilidades se mostraban en su mente. «Maldita sea, que me está pasando», pensaba.
En ese momento, sintió el peligro y levantó rápidamente. Como un rayo caía Alfil y chocaba su gran espada con la catana de Scarleth. La onda de choque generada por el encuentro de las dos armas, hizo que el suelo alrededor de ella se hundiera.
Las espadas expulsaban chispas. Scarleth apretaba los dientes mientras intentaba parar el ataque de Alfil. «Ríndete, Scarleth. Ya estás muerta. Jaja».
Alfil imprimió más fuerza al ataque y una explosión de luz incandescente expulsó a los dos lejos el uno del otro. Scarleth se golpeaba con un árbol y caía de cara al suelo. Un gran dolor invadió su cuerpo, en tanto la sangre emanaba de su boca.
I leave you the link to the first part of the Scarlet Rose series.
Part 1
Source 2
Source 3
Source 4
Edited by Rincón Poético
The text of this post was originally translated from Spanish to English with the translator DeepL
Original content
¡Thanks for you reading!
@rinconpoetico7
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