“I am so beautiful, perfect from every angle. I love myself, I love myself”. In front of the mirror, Narcissus delighted in his image.

He had a sculpted figure, big muscles, perfectly manicured golden hair, light blue eyes that melted anyone, an upturned nose, a fleshy mouth accompanied by perfect teeth, and a cinnamon skin that excited just by looking at it.

Narcissus loved every part of his body, he had countless mirrors all over the house, so he could delight in his reflection. He only existed for him and died for him, after him, there was nothing else. While he was still admiring his perfect body, he received a call. “Hello, this is the hottest guy on the planet. Who over there?”

“Hello, love. I'm waiting for you at the restaurant, you said you were coming over to celebrate our first month together.” The high tone of the voice indicated some anger.

“Clarise, excuse my forgetfulness. Don't be mad baby. I'll be right there.” Narcissus rolled his eyes. “Give me an hour and I'll be over there.”

“One hour? Are you out of your mind? I've been waiting an hour and you don't show up.” Clarise was beside herself. “I'll wait 15 more minutes if you don't show up, I'm leaving and you'll never hear from me again.”

“Calm down, Clarise. You'll get wrinkles on your beautiful face. I'll be there at that time just let me get dressed, please.” Narcissus interrupted the call continuing to admire his body.

He said to himself, “Love because there can't be two like me. I only love you with all my heart.” The man kissed the mirror passionately. “Ok, ok, that's enough I'll go crazy for you. Haha. I'm going to see that intense woman maybe I'll finish her. She's getting so fat. Fuchi.”

When he was ready to leave, he turned to look in the mirror. “Oh my God, I look so handsome and sexy. I'll take some selfies for Instagram and reward everyone with my beauty. Haha.”

He took out his cell phone and began to pose, took many photographs, and after choosing some he uploaded them to the social network. “Now yes, to wait for the likes and comments from desperate girls and morbid men. I love to be admired. yeah!” He looked at her cell phone and saw his number of followers, as well as the likes of the posted photos.

“Oh My God, one hundred thousand followers, fifty thousand likes, and many comments. I look beautiful and those simple, ordinary, ugly specimens recognize me. Haha.”

He was looking at himself in the mirror again, at that moment, a message came to his cell phone. “How intense that woman is. I'm going to finish her off. I've had enough of the intensity. She will give me wrinkles. Fuchi, fuchi.”

Narcissus was on his way to the restaurant in his Mercedes Benz car. He was accelerating as he felt the wind caress his blond hair and listened to dance music. He looked at himself in the rearview mirror and sent kisses to his image.

He kept admiring himself, and after several seconds, he was spellbound and could not take his eyes off her sublime presence. Narcissus was so hypnotized, that he did not look at the road car was approaching. Narcissus reacted and saw the car coming towards him.

He pressed the brake as hard as he could, but it was too late, his car collided with the other one and a great roar was heard. Narcissus went flying through the air and landed badly on the asphalt.

He survived by very little, but he had to pay a high cost, his beauty had disappeared, and now he became an ugly and disfigured man. Narcissus went into depression and wanted to end his life several times, but Clarice was with him, helping him to recover and accept his new condition.

The narcissist was dead and Narcissus was reborn, the ugly Narcissus, but no longer superficial, but humble and simple.

«Soy tan bello, perfecto desde cualquier ángulo. Me amo, me amo». Frente al espejo Narciso se deleitaba con su imagen.

Él tenía una figura escultural, grandes músculos, una cabellera dorada perfectamente cuidada, ojos celestes que derretían a cualquiera, nariz respingada, una boca carnosa acompañada de unos dientes perfectos y una piel canela que excitaba con solo verla.

Narciso amaba cada parte de su cuerpo, tenía infinidad de espejos por toda la casa, para poder deleitarse con su reflejo. Él solo existía para él y moría para él, después de él, no había nada más, mientras seguía admirando si cuerpo perfecto, recibía una llamada. «Hola, habla con el más sexy del planeta. ¿Quién por allá?».

«Hola, amor. Estoy esperándote en el restaurante, dijiste que ibas a venir para celebrar nuestro primer mes juntos». El tono alto de la voz indicaba cierto enfado.

«Clarise, disculpa mi falta de memoria. No te enojes bebe. Ya salgo para allá». Narciso ponía los ojos en blanco. «Dame una hora y estoy por allá».

«¿Una hora? Acaso estás loco. Estoy hace una hora aquí esperando y tú nada que apareces». Clarise se salía de sus casillas. «Te voy a esperar 15 minutos más, sino llegas en ese tiempo. Me voy y no vuelves a saber de mí».

«Calma, Clarise. Te saldrán arrugas en tu bello rostro. Llegaré en ese tiempo, solo déjame vestirme. Please». Narciso cortaba la llamada, mientras seguía admirando su cuerpo.

Decía para sí mismo, «Amor, porque no puede haber dos como yo. Solo a ti te amo con todo el corazón». El hombre besaba el espejo con pasión. «Ok, ok, ya basta que me volveré loco por ti. Jaja. Voy a ver a esa mujer intensa, tal vez le termine, está engordando mucho. Fuchi».

Cuando estaba listo para salir, se volvía a verse al espejo. «Oh mi God, estoy tan guapo y sexy. Me haré unas selfies para el Instagram y premiar a todos con mi belleza. Jaja».

Sacaba el celular y empezaba a posar, se tomaba muchas fotos, luego de escoger algunas, las subía a la red social. «Ahora sí, a esperar los likes y comentarios de las chicas desesperadas y de los hombres morbosos. Me encanta que me admiren. ¡Yeah!». Miraba el celular y veía su número de seguidores, también los likes de las fotos posteadas.

«Oh My God, cien mil seguidores, cincuenta mil likes y muchos comentarios. Realmente estoy muy hermoso y esos simples, ordinarios, feos especímenes me reconocen. Jaja».

Volvía a verse en el espejo, en ese momento, un mensaje llegó a su celular. «Qué intensa esa mujer. Le voy a terminar, ya me cansé de la intensidad. Me hará salir arrugas. Fuchi, fuchi».

Narciso se dirigía al restaurante en su auto Mercedes Benz. Aceleraba a fondo mientras sentía el viento acariciar su cabellera rubia y escuchaba música dance. Se miraba en el espejo retrovisor y enviaba besos a su imagen.

Seguía admirándose, luego de varios segundos, quedó hechizado y no podía despegar los ojos de su sublime presencia. Narciso estaba tan hipnotizado, que no miró en la carretera que un auto se estaba acercando. Narciso reaccionó y vio el auto que se dirigía a él.

Presionó el freno tan duro como pudo, pero fue demasiado tarde, su auto colisionó con el otro y un gran estruendo de escuchó. Narciso salía volando por los aires y caía de mala manera en el asfalto.

Sobrevivió por muy poco, pero tuvo que pagar un alto costo, su belleza había desaparecido, ahora se convirtió en un feo y desfigurado hombre. Narciso entró en depresión y quiso terminar varias veces con su vida, pero Clarice estuvo con él, ayudándole a recuperarse y a aceptar su nueva condición.

El narcisista hacia muerto y renació Narciso, el feo Narciso, pero ya no superficial, sino humilde y sencillo.