I live in a city with an active volcano called Galeras, which is 4726 meters above sea level. It is located 9 kilometers from the city and is completely visible from any point in the region. Like all good volcanoes, it erupts from time to time. The inhabitants have learned to live with the 'sleeping lion,' as it is called. This volcano, despite being active, is a representative tourist site of the city, and thousands of tourists visit it every year. During one of these tours, an eruption occurred and ended the lives of 7 people. This eruption occurred in 1993, and I witnessed the explosion.
I will tell you what happened at that moment and how the city was put on edge.
It was a beautiful day in the city. The clouds had disappeared, the sky was a wonderful light blue, and the sun was magnificent. I was playing with some friends. At that time, we were on vacation and had a lot of free time to do other activities, and going out to meet friends was the most popular activity.
My friends and I were on the terrace of a friend's house. You could see the volcano in all its splendor, but we were children and only paid attention to the soccer game. Laughter floated in the air, and excitement showed on every face. We enjoyed that moment of complete relaxation until our bodies asked for a break from the physical effort.
The clock showed 1:41 pm, when suddenly we heard a terrible roar that reached our eardrums, making us cover our ears. We looked up at the Galeras volcano and saw a large plume of smoke rising into the blue sky.
Before that spectacle, my friends and I began to scream in terror. They shouted that they didn't want to die, and my heart raced. I left my friend's house and headed home. On the way, I watched people running from one side to the other, screaming, crying, and with despair on every face.
The alarms in the city began to sound relentlessly, increasing the paranoia and fear of the people. That scene looked like a movie of the apocalypse, and while I kept running with the sole mission of getting home to save myself, I thought naively in that childish time.
I was a few meters away from home when something similar to snow began to fall from the sky, it was a rain of ash that covered the city little by little. People began to cover their mouths and all fled to their respective homes. I saw my mother calling me from the door with a desperate tone.
I was terrified, and with a lot of ash in my hair, I hugged my mother tightly thinking that she had the power to calm the furious volcano. My father gathered us all in the living room and turned on the radio. The announcer read the last-minute report and then gave recommendations for the critical moment.
After a few hours, everything began to return to normal. The Galeras volcano had calmed down and returned to its passive state. In the news, there was talk of seven dead who had climbed the volcano to take samples. People said that the volcano had become angry at the strangers who had disturbed its sleep and had decided to claim the lives of those who had dared to disturb it.
The next day, people swept their houses and collected the dust from the ash. I never saw the volcano with the same eyes again. I came to have a lot of respect for it, maybe because of those words people said back then.
Every morning when I wake up, I look at the horizon and greet it, launching a few small prayers to the 'Sleeping Lion' to take care of us and make us enjoy one more day to admire its great beauty and majesty.
En mi ciudad hay un volcán activo que se llama Galeras, está a 4726 metros de altura sobre el nivel del mar. Se encuentra situado a 9 Kilómetros de la ciudad y es completamente visible desde cualquier punto de la región. Como todo buen volcán hace sus erupciones de cuando en cuando. Los habitantes de la cuidad hemos aprendido a vivir con el "León dormido", como le llaman. Este volcán a pesar de estar activo es un sitio turístico emblemático de la ciudad y miles de turistas lo visitan cada año. En uno de esos recorridos turísticos ocurrió una erupción y terminó con la vida de 7 personas. Esta erupción ocurrió en 1993 y fui testigo de esta explosión enorme.
A continuación les voy a relatar en forma ficcionada lo que sucedió en aquel entonces y que puso a toda la ciudad con los nervios de punta.
Era un día muy bello sobre el cielo de la ciudad no se veía una sola nube, El cielo era de un bello azul claro y el sol se mostraba magnificente. Yo estaba jugando con unos amigos, en ese tiempo estábamos en vacaciones y teníamos mucho tiempo libre para hacer otra actividades, en ese entonces salir a la calle a encontrarse con los amigos era la actividad más popular.
Mis amigos y yo estábamos en la terraza de la casa de un amigo. Al volcán se lo miraba en todo su esplendor, pero nosotros como éramos niños estábamos más interesados en el juego de fútbol. Las risas flotaban en el aire y la emoción se mostraba en cada rostro, disfrutábamos de ese momento de completa relajación, hasta que nuestros cuerpos pidieron un descanso del esfuerzo físico.
En el reloj marcaban la 1:41 pm, cuando de repente se oyó un terrible estruendo que llegó hasta nuestros tímpanos, haciendo que nos tapáramos los oídos. Miramos hacia el volcán Galeras y vimos una enorme columna de humo, que se alzaba hacia aquel azul maravilloso.
Ante ese espectáculo, mis amigos y yo empezamos a gritar llenos de terror. Gritaban que no querían morir y mientras yo con el corazón latiendo a mil, salí de la casa de mi amigo y me dirigí hacia mi hogar. En ese trayecto miraba la gente correr de un lado a otro, gritos, llantos y desesperación se reflejaba en cada rostro.
Las alarmas de la ciudad empezaron a sonar sin descanso, aumentando más la paranoia y el miedo de la gente. Aquella escena parecía la de una película del apocalipsis, en tanto yo seguía corriendo con la única misión de llegar a casa para ponerme a salvó, pensaba ingenuamente en esa época infantil.
Unos metros me faltaban para llegar a casa, cuando del cielo empezó a caer algo parecido a la nieve, era una lluvia de ceniza que cubría la ciudad poco a poco. La gente se empezó a tapar la boca y todos huyeron hacia sus respectivas casas. Vi a mi madre quien desde la puerta me llamaba con un tono desesperado en el hablar.
Yo completamente asustado y con mucha ceniza en el cabello, abrace fuertemente a mi madre pensando que ella tenía el poder de calmar al furioso volcán. Mi padre nos reunió a todos en la sala y prendió la radio. El locutor leía el informe de último minuto y luego daba las recomendaciones que se debían tomar en cuenta en aquel momento crítico.
Luego de algunas horas, todo empezaba a regresar a la normalidad. El volcán Galeras se había calmado y volvió a su estado pasivo. En las noticias se hablaba de siete muertos, quienes habían subido al volcán a tomar muestras. La gente decía, que el volcán se había enojado por los extraños que fueron a perturbar su sueño y había decidido reclamar la vida de quienes osaron molestarlo.
Al día siguiente, la gente barría sus casas y recolectaba el polvo de la ceniza. Nunca volví a ver el volcán con los mismos ojos, llegué a tenerle mucho respeto, tal vez por aquellas palabras que la gente decía en ese entonces.
Cada mañana que me levanto, miro al horizonte y lo saludo, lanzando unas pequeñas plegarias al "León dormido" para que nos cuide y nos haga disfrutar de un día más, para poder admirar su gran belleza y majestuosidad.
This is my submission to the Inleo prompt suggestion for October. The topic is "Touristic place on your city"
Day 7
octoberinleo
¡Thanks for you reading!
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