No tener horario laboral, ¿ventaja o desventaja?

El horario de oficina puede llegar a ser muy pesado, sobre todo en momentos específicos del año o cuando emocionalmente ya tenemos tiempo muy cargados y solo necesitamos un respiro. Algunos trabajos requieren de "horario de oficina" aunque no impliquen asistir a una oficina como tal, ni salir de casa. Personalmente me parece que si tuviéramos que rescatar algo positivo de la pandemia sería la presencialidad mixta, pues tienes lo mejor de dos mundos. Se ahorra tiempo y dinero en transporte los días que haces home office, y, por otro lado, tienes lo mejor de trabajar en una oficina: separar con más claridad el horario laboral del no laboral, compartir con compañeros de trabajo, quienes quizás, algunos de ellos, serán también amigos, tener una rutina y estructura...
En la actualidad se promociona mucho el "trabajo sin horario", sobre todo, entre emprendedores y trabajadores independientes. Se asegura un control total del propio tiempo y un manejo de las responsabilidades laborales flexible y móvil a lo largo del día-noche. De esto lo que vende es la expectativa de ser "su propio jefe", no tener que solicitar permisos o días libres para cumplir un compromiso o descansar. Ciertamente, esto suena muy bonito, pero como he dicho anteriormente, lo que más vende es la expectativa, pues la realidad puede llegar a ser distinta.
Ser dueño del propio tiempo requiere de mucha disciplina y estructura. Sobre todo, un tipo de voluntad que a veces es difícil de lograr y es la voluntad con uno mismo. En ocasiones, rendirle cuentas a un jefe puede sentirse como una tarea más sencilla, que rendirse cuentas a uno mismo. ¿El porqué? Podemos llegar a ser más indulgentes, procrastinadores o, incluso, llegar a hacer un mal cálculo de nuestros tiempos. Es posible que sintamos menos vergüenza, pues solo nos estaríamos fallando a nosotros mismos. El tiempo abunda y organizarlo será una tarea que requiere de mucho juicio y disposición. Luego de organizarlo, cumplirlo. Nuevamente, no está en juego la opinión de otros sobre la rapidez, lentitud o el cumplimiento de nuestro trabajo, de modo que nos basamos constantemente en evaluaciones individuales y estas, a veces, son engañosas.
Solo si trabajamos ofreciendo un servicio puede que tengamos la premura de "la fecha límite de entrega" y, según mi experiencia, tampoco es un condicional para ser más eficiente con el trabajo. Si no nos hemos comprometido con un cliente puede que sea más díficil llevar la tarea a cabo, esto ocurre con los emprendimientos pequeños que no trabajan bajo pedidos, la creación de contenido o la escritura de un libro. El compromiso solo es único: el de uno con uno mismo.
También he visto cómo la falta de un horario fijo termina perjudicando la salud de algunas personas: trabajar hasta altas horas de la noche, trabajar todo el día todos los días o dejarlo todo para última hora, somentiéndose a grandes periodos de estrés y ansiedad por no haber sabido como organizar el tiempo.
De todos modos, no pretendo llegar a ninguna conclusión y el título de esta publicación es solo una pregunta abierta: No tener horario, ¿ventaja o desventaja?

Office hours can become very heavy, especially at specific times of the year or when emotionally we already have time very loaded and just need a break. Some jobs require “office hours” even if they do not involve attending an office as such, nor leaving home. Personally, I think that if we had to rescue something positive from the pandemic, it would be the mixed attendance, because you have the best of both worlds. You save time and money on transportation on the days you do a home office, and, on the other hand, you have the best of working in an office: separating work and non-work hours more clearly, sharing with co-workers, some of whom may also be friends, having a routine and structure?
Nowadays, “work without hours” is widely promoted, especially among entrepreneurs and freelancers. It ensures total control of one's own time and flexible and mobile management of work responsibilities throughout the day-night. What sells this is the expectation of being “your own boss”, not having to request leave or days off to fulfill a commitment or take a break. Certainly, this sounds very nice, but as I said before, what sells the most is the expectation, because the reality may be different.
Owning one's time requires a lot of discipline and structure. Above all, a type of will that is sometimes difficult to achieve and that is the will with oneself. Sometimes, being accountable to a boss can feel like an easier task than being accountable to yourself. Why? We may become more indulgent, procrastinators, or even miscalculate our time. We may feel less embarrassed, as we would only be failing ourselves. Time is plentiful and organizing it will be a task that requires a lot of judgment and willingness. After it is organized, it will be a task that requires a great deal of judgment and willingness. Again, the opinion of others on how fast, slow or well we do our work is not at stake, so we are constantly relying on individual evaluations and these are sometimes misleading.
Only if we work by providing a service may we have the “deadline” rush and, in my experience, it is not a condition for being more efficient with the work either. If we have not committed ourselves to a client, it may be more difficult to carry out the task, this happens with small enterprises that do not work under orders, the creation of content or the writing of a book. The commitment is only one: one's commitment to oneself.
I have also seen how the lack of a fixed schedule ends up damaging the health of some people: working late into the night, working all day every day or leaving everything to the last minute, subjecting themselves to long periods of stress and anxiety for not knowing how to organize their time.
Anyway, I do not intend to reach any conclusion and the title of this publication is just an open question: Not having a schedule, advantage or disadvantage?