En otras publicaciones he comentado cómo la salud mental puede afectar la salud física a través de somatizaciones, sintomatología, o cambios en la conducta y en los hábitos.
Sin embargo, también es cierto que algunos trastornos psicológicos pueden pasar desapercibos al no manifiestar un correlato físico visible o evidente. Este puede ser uno de los aspectos que más preocupa en el ámbito de la salud mental y es que algunos pacientes continúan sus vidas ocultando o ignorando el malestar emocional que sienten, sin saber que, a la larga, este nivel de sufrimiento se puede tornar insostenible.
Esto es lo que ocurre con lo que identificamos como Ansiedad o Depresión de alto funcionamiento. No es una categoría diagnóstica que aparece explicitado en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales DSM-5 pero si es un término que usamos para identificar aquellos casos en los que el diagnóstico no altera significativamente el desenvolvimiento del paciente en las diferentes áreas de su vida. Cabe resaltar que, en la mayoría de los diagnósticos, ha de estar presente esta alteración en el área personal, laboral y/o social para, efectivamente, utilizar dicha categoría diagnóstica.
Así pues, nos encontramos con pacientes que llevan su vida con aparente normalidad, estudian, trabajan, hacen las actividades del día a día. En algunos casos, reciben ascensos en su trabajo por su gran desempeño, son una figura de inspiración para la familia o destacan en sus comunidades por razones positivas. En ellas ocurre algo particular y es que presentan síntomas de ansiedad o depresión que han aprendido a manejar, y en ocasiones, a ocultar muy bien. Pueden sentirse sin motivación alguna para pararse de la cama, pueden sentir que su vida no tiene nada de sentido o no encuentran satisfacción alguna en las actividades que realizan, y a pesar de eso las llevan a cabo día tras día. De alguna forma se han acostumbrado a su malestar, piensan que es normal, y pueden llegar a modificar sus conductas en función del contexto, principalmente para que otras personas no se preocupen o no pregunten.
En otro caso hipotético, una persona podría exigirse muchísimo en la universidad, su sueño no es bueno ni en calidad ni en cantidad, consume cafeína en exceso, cada cosa que le ocurre la sobrepiensa, tiene ataques de pánico el día antes de presentar sus exámenes, pero se esfuerza tanto en su rendimiento que obtiene las mejores notas, es reconocida por sus profesores y de hecho recibió una beca para realizar un postgrado. Cree que su ansiedad es el precio que debe pagar para lograr sus objetivos. Piensa que haciendo lo que hace es la única forma de destacar, que no tiene tiempo de descansar, ni de hablar sobre cómo se siente. Continúa así su vida con "normalidad", atravesando ataques de pánico en completo silencio.
En estos casos el paciente puede que no tenga conciencia de la situación y/o subestima su malestar emocional. A veces ponen en una balanza su salud mental y el tipo de vida que tienen o los logros que han obtenido y piensan que si priorizan su salud mental perderán lo que con tanto esfuerzo han alcanzado. No tiene por qué ser así. Los objetivos terapéuticos están enfocados en atender la parte clínica y psicoeducar a los pacientes sobre los beneficios y el impacto positivo de atender su salud mental. En otras ocasiones, el sentirse mal puede ser un generador de culpa o vergüenza. Independientemente de cuál sea el caso, es una situación que requiere de acompañamiento psicológico y trabajo emocional.
In other publications I have discussed how mental health can affect physical health through somatisation, symptomatology, or changes in behaviour and habits.
However, it is also true that some psychological disorders may go unnoticed as they do not manifest a visible or obvious physical correlate. This may be one of the most worrying aspects in the field of mental health, as some patients go about their lives hiding or ignoring the emotional distress they feel, unaware that, in the long run, this level of suffering may become unsustainable.
This is what happens with what we identify as High Functioning Anxiety or Depression. It is not a diagnostic category that appears explicitly in the Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders DSM-5 but it is a term we use to identify those cases in which the diagnosis does not significantly alter the patient's functioning in the different areas of his or her life. It should be noted that, in most diagnoses, this alteration in the personal, occupational and/or social area must be present in order to effectively use this diagnostic category.
Thus, we find patients who lead their lives with apparent normality, study, work, carry out day-to-day activities. In some cases, they receive promotions at work for their great performance, they are an inspirational figure for the family or they stand out in their communities for positive reasons. They have particular symptoms of anxiety or depression that they have learned to manage, and sometimes hide very well. They may feel unmotivated to get out of bed, they may feel that their life has no meaning at all or they find no satisfaction in the activities they do, yet they carry them out day after day. Somehow they have become accustomed to their discomfort, they think it is normal, and they may modify their behaviour according to the context, mainly so that other people do not worry or ask questions.
In another hypothetical case, a person might demand a lot of himself at university, his sleep is not good in quality or quantity, he consumes caffeine in excess, he overthinks everything that happens to him, he has panic attacks the day before taking his exams, but he tries so hard to perform that he gets the best marks, is recognised by his teachers and in fact received a scholarship to do a postgraduate course. She believes that her anxiety is the price she has to pay to achieve her goals. She thinks that doing what she does is the only way to stand out, that she has no time to rest, no time to talk about how she feels. He goes on with his life as ‘normal’, going through panic attacks in complete silence.
In these cases the patient may be unaware of the situation and/or underestimate their emotional distress. Sometimes they weigh their mental health against the kind of life they have or the achievements they have made and think that if they prioritise their mental health they will lose what they have worked so hard for. This does not have to be the case. Therapeutic goals are focused on addressing the clinical side and psychoeducating patients about the benefits and positive impact of addressing their mental health. At other times, feeling unwell can be a source of guilt or shame. Whatever the case, it is a situation that requires psychological support and emotional work.
Todas las imágenes de esta publicación son de mi autoría, editadas en snapseed y canva. El contenido también es original y propio.
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Posted Using InLeo Alpha
Creo que había escuchado sobre este término en algún semestre, y creo que la mayoría de las personas que consideramos funcionales o sanas entran en esta categoría (claro, despistando el contexto y las áreas en que se desempeña) son muchas las personas que acuden a terapia o a consulta cuando ya dejan de ser funcional en algunas de las áreas y se consideran que estan siendo afectado de forma significativa según los manuales. Sería bueno psicoeducaciones sobre este tema. Buen artículo 👏🏻💪🏻
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