Está llegando el agua. Eso significa toda la madrugada despierta llenando los tanques porque al quinto piso es al último que llega. El sueño en estos días es un lujo porque con el ciclo cada diez o más días, dejar vasija sin llenar es luego un castigo peor que no dormir una noche.
Al menos aquí en el apartamento 9 del S11 bate el aire y el calor se soporta más. Con un mosquitero y los balcones abiertos se puede dormir a pesar del apagón. Claro, los días que no está llegando el agua.
Tengo que estar al pie del tanque porque ya me ha pasado que me voy a la cama cinco minutos y me despierto con la casa inundada. Entonces a esa hora a botar agua y secar el piso. Lo que podría haber sido una trasnochada hasta las una de la mañana termina siendo un me cago en Dios hasta las tres o cuatro de la madrugada.
Y los vecinos entonces al otro día que si se le filtró el techo que si patatin y patatán. Y respiro para no mandarlos bien lejos. Allá tan lejos como se merecen ir ellos y sus idolatrados cuadros engalanados en guayaberas. No he visto gente más sumisa y comemierda en mi vida.
Al menos los cuadros que idolatran resuelven lo suyo por la izquierda. No dejan de ser unos singaos, pero resuelven lo suyo. Serán oportunistas, pero comemierdas no son.
A esos si los ves fingiendo conducta en un trabajo voluntario o acto de reafirmación revolucionaria sabes que algo más para adelante van a sacar. Yo no sabía que si estabas seguro de algo había necesidad de reafirmarlo, pero bueno, ellos sabrán de la pata que cojean.
En fin, toca estar al lado del tanque llenando de madrugada, que por muy jodido que esté esto es mejor que quitarme la picazón dándole lo que le toca a la chivatica de abajo. Al final, aquí nunca ha sido del que tiene razón sino de quien más revolucionario y comecandela sea.
Al menos, en lo que sube el agua me da tiempo dejar vacíos y limpios los tanques. Así el de los mosquitos no me jode si pasa. Aunque la brigada contra el aedes aegypti está más perdida que....bueno, aquí todo está perdido. Empezando por el sentido común.
Están repartiendo teléfonos fijos a los que no tienen, ¿ya pediste el tuyo? Me acaba de avisar mi hermana y bajo al cuarto piso para entregarle la solicitud a la presidenta del CDR.
No te puedo poner en la lista porque hace dos años en tu casa había uno y el dueño anterior lo vendió. Me dice la muy... con su cara de hombre nuevo del socialismo. Gracias compañera, le digo.
Esta noche yo pongo a llenar mis tanques y me acuesto en la cama cinco minutos.
Nació como un desahogo y se ha convertido en algo más. Este es el primer cuento del universo DPEPDPE que tengo en construcción. No quería publicarlo en redes, pero viendo la realidad de mi país es poco probable que alguna vez vea la luz en el sistema editorial actual.
Posted Using INLEO
Está bueno y al menos es terapéutico
😅 Normal, al menos el empingue de ese día sirvió para algo.
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