Hola, Javier.
Todo bien. Un fin de semana, viernes, sábado y domingo, envuelto en un aire de irrealidad. Una ciudad que parece arrancada de Europa, los nuevos acentos, y en medio la familia y amigos, dándonos la bienvenida, terminamos reunidos con doce orientales a los que solo falto sacar las cartas para una partida de truco. Sancocho sin casabe, cervezas de casi un litro (no me tome ni un tercio) y solo el café con el mismo sabor.
Ya contaré más, en la medida que me ubicó, de momento salir a la calle es como entrar en una nevera, ojalá no baje más la temperatura, aunque diciembre me aseguran que será calurosa en extremo.
Salud, hasta pronto.
Me alegro por vosotros en este periplo que recién empiezan.
Saludos.