The castle of books

I don't remember exactly, but I think I might have mentioned in one of my posts or comments that I have a very short-term memory, and I often joke about it saying that my memory is RAM, like computers! Well, this is so true that I don't remember which was the last physical book I've read, I thought about it for a moment and gave up, as it's a lost cause.

It's not surprising that at some point in my life I created a database in Access to list all the books I've bought, read, alphabetically ordered, and who knows what else. What's incredibly true is that I do remember the physical book I can never finish reading.

I've started and left it more than 10 times since I bought it. I must clarify that it's not because the book is bad. On the contrary, it's so good that it manages to immerse me in the story and feel the frustration of the protagonist, who finds himself in a story full of wild events fighting against the terrible bureaucracy of "The Castle".

That's the title of the book in question, and it's a work by one of my favorite authors: Kafka. Although I haven't read all of his bibliography, among the works I've read are "The Metamorphosis", "A Country Doctor", and "In the Penal Colony".

Reading was one of my favorite hobbies in the past, and when I lived in the capital, I used to go to the bookstore on Fridays after work, and I would immerse myself in a wonderful search for the next books to be read. Back then I didn't have internet, and I think phones were still analog, so I had to be guided by the back cover synopses, and decide if the story in question was interesting.

Unfortunately, in my country, books are quite expensive, which meant a hefty debt on my credit card. As a shock therapy, to avoid continuing in that cycle of compulsive purchases and debts, I ended up having a garage sale and sold my beloved library.

It hurt to see how what I had once dreamed would be the start of my own library was dispersing, as the titles were sold. The only consolation was knowing that they were going to other readers' hands and that maybe they'd find a definitive home.

After that, I stopped buying books, and focused on finishing my university studies, which had been a bit neglected because of literature.

Now, I try to read more in digital format, although it's not comparable at all to the feeling of having a new book in my hands and enjoying the aroma and smooth touch of the paper.

It's amazing how, writing these lines, the titles of the last physical books I've read came to my memory, which belonged to my uncle Papilo's library, from his bachelor days and which he left at my grandmother's house when he got married and started his family.

Both are works by the Colombian writer Vargas Vila, who, in my humble opinion, has been unfairly forgotten, and whose prose is a cadence of words that force you to frequently resort to the dictionary.

I won't mention the titles, because I've been wanting to share their reviews for a long time, although I think I would hardly do them justice... Meanwhile, I'll take up "The Castle" again soon and this time I hope to finish it, even if I have to drink some linden teas to cope with the story!

No recuerdo bien, pero creo que en alguna oportunidad había comentado en alguna de mis publicaciones, o tal vez en comentarios, que tengo una memoria a muy corto plazo, y suelo bromear sobre ello diciendo que mi memoria es RAM, ¡como el de las computadoras!

Pues bien, esto es tan cierto, que no recuerdo cuál fue el último libro en formato físico que he leído, lo pensé un momento y desistí, pues es un caso perdido.

No es de extrañar que en algún momento de mi vida haya creado una base de datos en Access para listar todos los libros comprados, leídos, ordenados alfabéticamente y quién sabe qué más.

Lo que increíblemente sí recuerdo, es el libro físico que nunca puedo terminar de leer. Lo habré iniciado y dejado más de 10 veces desde que lo compré.

Debo aclarar que no se debe a que el libro sea malo. Todo lo contrario, es tan bueno que logra sumergirme en la historia y sentir la frustración del protagonista, que se encuentra en una historia llena de eventos descabellados luchando contra la terrible burocracia de "El Castillo".

Ese es el título del libro en cuestión, y es una obra de uno de mis autores favoritos: Kafka. Aunque no he leído toda la bibliografía del mismo, entre las obras que sí leí se encuentran "La Metaformósis", "Un médico rural" y "Colonia Penitenciaria".

Leer fue una de mis aficiones favoritas en el pasado, y cuando vivía en la capital, solía ir los viernes a la librería luego de salir del trabajo, y me sumergía en una maravillosa búsqueda de los siguientes libros a ser leídos.

En aquella época no tenía internet, y creo que los teléfonos eran todavía analógicos, así que debía guiarme por las sinopsis de la contratapa, y decidir si la historia en cuestión era interesante.

Lamentablemente en mi país los libros son bastante costosos, lo que me significó una abultada deuda en mi tarjeta de crédito. Como terapia de choque, para evitar seguir en ese ciclo de compras compulsivas y deudas, terminé haciendo una feria de garaje y vendí mi amada biblioteca.

Dolió ver como lo que en su momento había soñado sería el inicio de mi propia biblioteca se iba dispersando, a medida que los títulos se iban vendiendo. El único consuelo fue saber que iban a parar a manos de otros lectores y que tal vez encontrarían un hogar definitivo.

Después de ello dejé de comprar libros, y me enfoqué en terminar mis estudios universitarios, que habían estaban un poco relegados a causa de la literatura.

Ahora, trato de leer más en formato digital, aunque no se compara en absoluto con la sensación de tener un libro nuevo en las manos y disfrutar del aroma , y el tacto suave del papel.

Es increíble como escribiendo estas líneas, vinieron a mi memoria los títulos de los últimos libros físicos que he leído, que pertenecían a la biblioteca de mi tío Papilo, de su época de soltero y que dejó en casa de mi abuela cuando se casó y formó su familia.

Ambos son obras del escritor colombiano Vargas Vila, que para mi humilde parecer, ha sido olvidado injustamente, y cuya prosa es una cadencia de palabras que obligan a recurrir con frecuencia al diccionario.

No mencionaré los títulos, porque hace bastante tiempo estoy deseando compartir sus reseñas, aunque creo que difícilmente les haría justicia...Mientras tanto retomaré "El Castillo" oportunamente y en esta ocasión espero poder terminarlo, ¡aunque me deba tomar unos tés de tilo para sobrellevar la historia!

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Idioma de origen: Español
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