Rodrigo, un chico no mayor de 21 años, guapo,un poco tímido, ya a mitad de carrera Universitaria, había estado enamorado de su mejor amiga, Ana, desde la infancia. Sin embargo, nunca se atrevió a confesarle sus sentimientos, temiendo que eso pudiera arruinar su amistad.

Ana, una chica de buenos sentimientos, alegre, conversadora, linda y muy de su casa, estudiosa, ya casi terminando el TSU en diseño gráfico.

Los padres de ambos habían sido amigos desde hacía mucho tiempo. Vivían a unas 6 cuadras de distancia, en la misma zona residencial.

Esta es su historia de amor, de esas historias que no vienen adornadas con bombos y platillos, sino de la cotidianidad, de la relación constante, de los momentos compartidos y del amor que se construye en el día a día, sin ruido, sin prisas, sin dramas, sin presiones.. del amor que solo "fluye" y del cual nacen hogares... del amor que se palpa en un beso, en un abrazo, en una palabra suave...

Un día, Rodrigo y Ana fueron a dar un paseo al parque como lo hacían siempre los sábados. Pero esa tarde era diferente, algo extraño podía sentirse en el aire. De repente, empezaron a hablar de las relaciones amorosas y de cómo nunca habían tenido suerte en el amor. Rodrigo decidió que era hora de tomar el riesgo y se armó de valor para confesarle a Ana sus sentimientos.

"Ana, hay algo que necesito decirte. He estado enamorado de ti desde siempre, pero nunca te lo he dicho porque no quería estropear nuestra amistad", dijo Rodrigo con nerviosismo. Y asi, sin mucha planificación, sin mucho ruido ni escenas melodramáticas, dejó al desnudo sus sentimientos.

Ana quedó sorprendida, y aunque nunca se había dado cuenta de los sentimientos de Rodrigo, siempre había sentido algo especial por él. Entonces, sin pensarlo dos veces, se acercó a Rodrigo y lo besó suavemente.

Ese beso fue diferente a cualquier otro que se hubieran dado antes. Fue intenso, lleno de pasión, pero también de cariño y amistad. Se sintieron completos, como si finalmente hubieran encontrado el amor que habían estado buscando. Fue un beso que les hizo sentir una sensación sublime y les quitó todas las dudas que habían tenido.

Desde ese día, Rodrigo y Ana comenzaron una relación en la que cada beso era una confirmación de su amor. Aquel beso que se habían dado en el parque se había convertido en el elemento clave de su historia de amor, el elemento clave para iniciar un hogar; el beso que los había unido para siempre en una relación llena de felicidad y amor verdadero.

Invito a participar a @chechostreet y a @lespipirisnais

Rodrigo, a boy no older than 21, handsome, a little shy, already in the middle of his university career, had been in love with his best friend, Ana, since childhood. However, he never dared to confess his feelings to her, fearing that it would ruin their friendship.

Ana, a girl with good feelings, cheerful, talkative, pretty and very much at home, studious, almost finishing her TSU in graphic design.

Their parents had been friends for a long time. They lived about 6 blocks away, in the same residential area.

This is their love story, one of those stories that do not come adorned with hype, but of the everyday, of the constant relationship, of the shared moments and of the love that is built day by day, without noise, without haste, without dramas, without pressure... of the love that just "flows" and from which homes are born... of the love that is felt in a kiss, in a hug, in a soft word...

One day, Rodrigo and Ana went for a walk to the park as they always did on Saturdays. But that afternoon was different, something strange could be felt in the air. Suddenly, they started talking about love relationships and how they had never been lucky in love. Rodrigo decided it was time to take the risk and plucked up the courage to confess his feelings to Ana.

"Ana, there is something I need to tell you. I've been in love with you forever, but I've never told you because I didn't want to spoil our friendship," Rodrigo said nervously. And so, without much planning, without much noise or melodramatic scenes, he laid bare his feelings.

Ana was surprised, and although she had never realized Rodrigo's feelings, she had always felt something special for him. So, without a second thought, she moved closer to Rodrigo and kissed him softly.

That kiss was unlike any other they had ever given each other before. It was intense, full of passion, but also of affection and friendship. They felt complete, as if they had finally found the love they had been looking for. It was a kiss that made them feel a sublime sensation and took away all the doubts they had had.

From that day on, Rodrigo and Ana began a relationship in which every kiss was a confirmation of their love. That kiss they had given each other in the park had become the key element of their love story, the key element to start a home; the kiss that had united them forever in a relationship full of happiness and true love.

I invite to participate @chechostreet and @lespipirisnais

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