La migración es un proceso sumamente complejo, lo es principalmente desde el punto de vista de la salud mental, el estado de ánimo y las emociones. Como psicológa he visto las dos cara de la moneda y he trabajado con la población que se queda (principalmente niños/cuidadores) y también con la población que ha decidido emigrar. Tengo además mi propia experiencia, pues viví en mi país de origen hasta no hace mucho y ahora vivo en Colombia.
Los psicológos tenemos tatuada en la mente la palabra "Depende" y hacemos todo lo posible para no generalizar. Por un lado porque deshumaniza y por otro lado, porque en consulta vemos cómo cada caso varía en función de una serie de factores, por lo que, emitir un juicio a la ligera y que englobe a todos es poco profesional. Sin embargo, también somos conscientes de cómo pensar en las problemáticas de forma general podría incluso ayudar (así sea medianamente) al caso particular, con las necesidades específicas. Hago esta advertencia pues creo que existen tantas migraciones como personas hayan migrado. Es decir, es un fenómeno con sus desafíos únicos, pero también hemos visto algunos puntos en común a nivel emocional.
Trabajando con niños de padres migrantes en Caracas me di cuenta de cómo muchos de ellos no entendían bien lo que estaba pasando (nadie les explicó), algunos parecían no verse afectados, consideraban que su familia nuclear era el cuidador que se quedó (alguno de los padres, los abuelos, los tíos), sin embargo, ese "no verse afectados" no siempre es un indicador de que todo está bien. Otros hablaban sobre su emocionalidad, y algunos, sentían culpa o resentimiento. Otros niños manifestaban estar felices de que algún día viajarían a otro país, o por los detalles que enviaban sus padres. Si cabe alguna sugerencia, aprovecharé la ocasión para dar tres:
1.- Explicarle al niño lo que significa la migración, el tiempo estimado que estarán sin verse, nuevas formas de contacto y comunicación
2.- Preguntarle al niño cómo se siente con los cambios, motivarlo a hablar sobre sus emociones
3.- Mantener un contacto frecuente, por llamada o videollamada. La ausencia física no es sinónimo de ausencia emocional.
Por otro lado, a través del trabajo que he realizado con migrantes (algunos de ellos padres, otros no) he visto como la salud mental es la última de las prioridades al momento de emigrar. Entiendo que tiene que ser así cuando se trata de eventos traumáticos o de supervivencia en el camino hacia el lugar escogido como destino, sin embargo, la salud mental suele quedar resagada incluso luego de conseguir estabilidad o cubrir las necesidades básicas. Los migrantes se centran en trabajar, producir, intentan crear nuevas relaciones y se exigen a sí mismos que no hayan cambios en las anteriores. Buscan cumplir sus propias expectativas y las de las personas en el país de origen, aunque esto implique sacrificar su salud física y/o mental. Me permito dar algunas sugerencias, que no solo sirven para los lectores migrantes que me leen sino también para aquellos que tienen conocidos/familiares migrantes:
1.- Encuentra espacios de expresión emocional (la terapia es uno de ellos, pero no el único). Habla sobre cómo te sientes con familiares y amigos. Te puede dar vergüenza o miedo su reacción pero es importante que las emociones encuentren una vía de expresión. Algunos hobbies funcionan bien en este punto.
2.- Identifica recursos de apoyo legal, económico, psicológico para migrantes.
3.- Sé compasivo contigo mismo, no te des dan duro. Cada realidad es diferente, construye la tuya y entiende que hay cosas que están bajo tu control y otras que no. Trabaja en aquello que está bajo tu control. Tu actitud, tus habilidades, tus pensamientos son cosas sobre las cuales puedes trabajar.
Me queda difícil abarcar todos los aspectos emocionales de "los que se quedan" y "los que se van" en una única publicación. Por favor, si tienes alguna inquietud o te gustaría que abordara un tema específico déjamelo saber en los comentarios y si de esto se desprenden otros puntos, podría dedicarle más publicaciones a este tema.
Migration is an extremely complex process, mainly from the point of view of mental health, mood and emotions. As a psychologist I have seen both sides of the coin and have worked with the population that stays (mainly children/caregivers) and also with the population that has decided to migrate. I also have my own experience, as I lived in my country of origin until not long ago and now I live in Colombia.
Psychologists have the word “Depends” tattooed in our minds and we do our best not to generalize. On the one hand because it dehumanizes and on the other hand, because in consultation we see how each case varies depending on a number of factors, so making a judgment lightly and encompassing everyone is unprofessional. However, we are also aware of how thinking about the problems in a general way could even help (albeit moderately) the particular case, with specific needs. I make this caveat because I believe that there are as many migrations as there are people who have migrated. That is, it is a phenomenon with its unique challenges, but we have also seen some commonalities on an emotional level.
Working with children of migrant parents in Caracas I noticed how many of them did not understand well what was happening (nobody explained to them), some seemed not to be affected, they considered that their nuclear family was the caregiver who stayed behind (parents, grandparents, uncles and aunts), however, this “not being affected” is not always an indicator that everything is fine. Others talked about their emotionality, and some felt guilt or resentment. Other children said they were happy that someday they would travel to another country, or because of the details sent by their parents. If there are any suggestions, I will take this opportunity to offer three:
1.- Explain to the child what migration means, the estimated time they will be without seeing each other, new forms of contact and communication.
Ask the child how he/she feels about the changes, motivate him/her to talk about his/her emotions.
3.- Maintain frequent contact, by phone or video call. Physical absence is not synonymous with emotional absence.
On the other hand, through the work I have done with migrants (some of them parents, others not) I have seen how mental health is the last priority when migrating. I understand that this has to be the case when it comes to traumatic events or survival on the way to the chosen destination, however, mental health is often left behind even after stability or basic needs are met. Migrants are focused on working, producing, trying to create new relationships and demanding of themselves that there are no changes in the old ones. They seek to fulfill their own expectations and those of the people in the country of origin, even if this means sacrificing their physical and/or mental health. I would like to offer some suggestions, not only for the migrant readers who read me, but also for those who have migrant acquaintances/family members:
1.- Find spaces for emotional expression (therapy is one of them, but not the only one). Talk about how you feel with family and friends. You may be embarrassed or afraid of their reaction but it is important that emotions find a way of expression. Some hobbies work well at this point.
2.- Identify resources for legal, economic, psychological support for migrants.
3.- Be compassionate with yourself, do not give yourself a hard time. Each reality is different, build your own and understand that there are things that are under your control and others that are not. Work on what is under your control. Your attitude, your skills, your thoughts are things you can work on.
It is difficult for me to cover all the emotional aspects of “stayers” and “leavers” in one post. Please, if you have any concerns or would like me to address a specific topic let me know in the comments and if other points come out of this, I could dedicate more posts to this topic.
Todas las imágenes de esta publicación son de mi autoría, editadas en CANVA & snapseed. El contenido también es original y propio.
All images in this post are my own, edited in apps like CANVA & snapseed. The content is also original and mine.
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Para mí ha sido difícil asimilar que los muchachos se fueron. De vez en cuando cualquier detalle revive de nuevo la nostalgia. A veces me da rabia perderme la infancia de las nietas, pero es lo que nos ha tocado. Me consuela saber que allá, del otro lado del mar, están mejor que aquí. Gracias por compartir estimada @sofiaquino98. Un fuerte abrazo desde Maracay.
💔lo entiendo. Los lazos familiares son tan fuertes que soportan la presión de la distancia, pero no se puede tapar el sol con un dedo, los abrazos hacen falta. Gracias por compartir su experiencia, un saludo 🤗
Si. De acuerdo contigo amiga. Mis amigos todos en el extranjero. Me alegro porque se encuentran económicamente mejor que en el país, pero son sentimientos encontrados.
Saludos
Sentimientos encontrados es una excelente forma de describirlo y resumirlo. En la emigración, la tranquilidad y la angustia coexisten, la felicidad y la tristeza. Gracias por tu tiempo leyendo y comentando 🤗
♥️♥️♥️
Hola, @sofiaquino.
Sí, el asunto de la migración que desune los lazos físicos familiares y de amigos es, además de bastante complicado por las consecuencias emocionales, también entraña otras consecuencias de todo índole. El sentimiento de pérdida subsiste a pesar de los paliativos tales como la comunicación por canales tecnológicos: un abrazo virtual no sustituye al natural.
Me parece excelente que hayas traído el tema a los foros virtuales. Espero que a más de uno le sirva la información que compartes aquí.
Saludos.
Es muy cierto lo que dices. Las relaciones, además, se transforman en la distancia. Es duro acostumbrarse (aceptar) estos cambios.
Gracias por tu tiempo
Es un tema con muchas aristas, considerar también las emociones de quienes deben dejar a sus hijos para iniciar una nueva vida con un futuro juntos; la de los abuelos que les toca empezar de nuevo a criar ahora a sus nietos, entre otros.
Buen post. Saludos cordiales.
Sí, tiene muchos ángulos, y cada experiencia es única.
Lo más importante: no subestimar el dolor por la pérdida y estar atento a cualquier señal que indique la necesidad de acompañamiento psicológico.
Gracias por leer y compartir tus ideas
Las emociones que están involucradas en la migración son un tema bien complejo y además pertinente para nosotros los venezolanos. Todos de alguna u otra forma estamos en uno de esos dos grupos, los que se quedan o los que se van. Y a veces es difícil ponerse en los zapatos del otro, entender lo que la otra parte siente. Excelente que hayas traído el tema. Saludos!
Una realidad que nos atañe como nación. Es así, desde cualquier perspectiva nos hemos visto afectados por la migración. Entender esa otra parte nos ayuda a ser más empáticos y compasivos. No creo que haya más valentía en irse o quedarse y ambas decisiones pueden ser complejas, duras.