Las personas creen que solo "pagamos" por nuestra salud mental cuando asistimos a consulta psicológica. Sin embargo, nada está más lejos de la realidad que esta afirmación. El precio de nuestra salud mental lo pagamos diariamente, o no... Pero tarde o temprano lo debemos pagar.
Pagamos el precio de nuestra salud mental cuando, aunque sabemos que podríamos generar más dinero si trabajáramos durante más horas en el día, elegimos, por el contrario, descansar, tener horas de ocio, pasar tiempo con nuestra familia.
Pagamos el precio de nuestra salud mental cuando elegimos separarnos de una relación que nos hace daño, cuando renunciamos a un trabajo que absorbe toda nuestra energía y vitalidad, cuando debemos irnos de casa, de la ciudad o del país, aunque sea una decisión difícil de tomar. Sabemos que esto traerá consigo cambios a nuestra vida, pérdidas y sacrificios, pero la tomamos porque sabemos que a nivel mental habrá un efecto positivo, a corto o a largo plazo: tranquilidad, bienestar, paz.
Pagamos el precio de nuestra salud mental cuando no le agradamos a todo el mundo o marcamos límites. El ser fiel, por ejemplo, a nuestros propios criterios, valores o principios, aunque no concuerden con los de otra persona. O el saber cuando decir "no puedo", porque ya hemos dado suficiente, porque sabemos que nuestra energía, tiempo y recursos son limitados.
Pagamos el precio de nuestra salud mental cuando vivimos con voluntad y disciplina. La organización, el orden, el cumplir con una serie de hábitos, en menor o mayor medida, están relacionados con nuestra salud mental. Cuánto duermo, cuánto me ejercito, cómo como, cómo vivo, cómo pienso, cómo organizo mis días.
Y como todo en esta vida tiene un precio, cuando dejamos de pagar por nuestra salud mental, tarde o temprano nos llega la factura: Estrés crónico, ataques de ansiedad, problemas en la relación con uno mismo y en la relación con los demás, adicciones químicas o no químicas (al juego, a la comida, a la pornografía, a las redes sociales, etcétera), afectaciones en el estado de ánimo (p.e tristeza prolongada en el tiempo o afecto inestable), somatizaciones (enfermedades de la piel, enfermedades respiratorias o gastrointestinales), entre otras.
Por algún motivo, la salud mental no solemos ubicarla en nuestra lista de prioridades. Es más fácil pensar que hay un compromiso que atender, un trabajo que entregar, una tarea del hogar por realizar. Me parece interesante tener la capacidad de incluir esta pregunta reflexiva en nuestros días: ¿Qué he hecho hoy por mi salud mental? y, en otro sentido ¿Qué he dejado de hacer hoy por mi salud mental?
Gracias por leer. Nos vemos en los comentarios!
People believe that we only "pay" for our mental health when we attend psychological consultation. However, nothing is further from the truth than this statement. We pay the price for our mental health on a daily basis, or not.... But sooner or later we must pay it.
We pay the price of our mental health when, although we know that we could generate more money if we worked more hours in the day, we choose, on the contrary, to rest, to have leisure hours, to spend time with our family.
We pay the price for our mental health when we choose to separate from a relationship that hurts us, when we give up a job that absorbs all our energy and vitality, when we must leave home, city or country, even if it is a difficult decision to make. We know that this will bring changes to our life, losses and sacrifices, but we take it because we know that on a mental level there will be a positive effect, in the short or long term: tranquility, well-being, balance.
We pay the price for our mental health when not everyone likes us or when we set limits. Being faithful, for example, to our own criteria, values or principles, even if they do not agree with those of another person. Or knowing when to say "I can't," because we have given enough, because we know that our energy, time and resources are limited.
We pay the price for our mental health when we live with will and discipline. Organization, order, compliance with a series of habits, to a lesser or greater extent, are related to our mental health. How much I sleep, how much I exercise, how I eat, how I live, how I think, how I organize my days.
And as everything in this life has a price, when we stop paying for our mental health, sooner or later we get the bill: chronic stress, anxiety attacks, problems in the relationship with oneself and in the relationship with others, chemical or non-chemical addictions (to gambling, food, pornography, social networks, etc.), affectations in the mood (e.g., prolonged sadness over time, etc.), and even more so in our mental health. e prolonged sadness in time or unstable affection), somatizations (skin diseases, respiratory or gastrointestinal diseases), among others.
For some reason, mental health is not usually placed on our list of priorities. It is easier to think that there is a commitment to attend to, a job to deliver, a household chore to do. I find it interesting to have the ability to include this reflective question in our days: What have I done today for my mental health, and, in another sense, what have I not done today for my mental health?
Thanks for reading. See you in the comments!
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Reflexiones muy necesarias y pertinentes las que traes a colación en tu post, muy coherente y bien desarrollado. Saludos, @sofiaquino98.
Profe, gracias por dedicarle unos minutos de su valioso tiempo a la lectura de mi publicación. Le envío un abrazo cálido 🤗
Lo hago con todo gusto, querida @sofiaquino98. Abrazos.
Muy buena reflexión Colega. Sin lugar a dudas nuestra salud mental es una de las cosas más importantes que debemos cuidar. Creo que es algo que debemos trabajar en ello cada día y debemos crear buenas prácticas mediante hábitos que aporten diariamente a crear una paz mental saludable. Gracias por compartir colega, saludos.
Me gusta que haces mención a los hábitos, están directamente relacionadas con nuestra salud física y mental. GRacias por tu lectura, un abrazo!
Siempre digo, que debemos diferenciar entre lo urgente y lo importante. Lo urgente, sabemos que tarde o temprano se resuelve, simplemente varía el costo. En cambio, lo importante, muchas veces, no hay vuelta atrás. Hacer todo desde el amor, aporta mucho a la salud mental.
Gracias por hacernos reflexionar.
Saludos.
Qué buena reflexión nos compartes, Marcelo.
Que no se nos vaya la vida, entonces, dedicándole tiempo únicamente a la urgencia. Un abrazo fuerte 🤗
Bastante acertada e importante esta reflexión, Sofi! Hay que adquirir buenos hábitos que beneficien nuestro cuerpo y mente. Además, tomar las decisiones correctas que vayan en sintonía con nuestra salud mental.
Albani 💗 qué bueno leerte! Me encanta la palabra sintonía, me lleva a pensar en armonía y coherencia. De eso se trata 💗
Qué oportuno leerte, sentí tus palabras como afirmaciones a mis pensamientos y como respuestas a mis cuestionamientos. Suscribo cada una de ellas 👏🏻
Me hace muy feliz tu comentario!
Esta reflexión surgió producto de una experiencia personal. Desde afuera las interpretaciones son muy lógicas: "renunció a algo importante" "perdió dinero", desde adentro se vive como el precio que pagué por mi salud mental.
Gracias por leer 💗
Si no cuidamos nuestra salud mental o nuestro bienestar, por combinarlo de una forma mas amplia también con otros aspectos importantes de nuestra salud integral, tarde o temprano eso nos pasa factura. Y como humanos que somos, muchas veces no nos percatamos de que eso va a suceder hasta que ya es tarde y recibimos un sacudón. Una llamada de atención que para algunos puede ser incluso fatal. Así que como bien sugiere tu reflexión, hay que pagar el precio de tener esa salud mental porque bien lo vale.
Saludos!!!
Ese sacudón es delicado porque muchas veces la sacudida implica una fractura importante de las bases, con desencadenantes irremediables.
Por eso es tan importante crear consciencia sobre estos temas. Vivimos en una sociedad donde los siempre ocupados siempre estresados tienen una distinción especial. Yo ya conozco el precio de esa presión, no lo quiero pagar!
Hola, realmente el compromiso consigo mismo es la salud mental.
Cuando se trabaja internamente en cada momento por la propia paz, el resultado es ver la armonía reflejada en el exterior.
Cada quien debe estar claro cual es su propósito, porque sino será el propósito de los demás.
Podemos ayudar cuando nos piden ayuda, de lo contrario es cuesta arriba, cuando alguien se queja de sentirse mal, y no quiere ver qué tiene la solución al frente de sus ojos, hay que alejarse , porque sino termina uno embadurnado.
Éxitos y feliz día.
Hola!🤗 Gracias leer y por compartir tus pensamientos, te secundo en la siguiente frase:
Holaaa, gracias si a estar muy pendiente.
Saludos
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Tan lindo y placentero leerte. Me gusta mucho encontrar entradas sobre la salud mental. Ya que actualmente no see da la importancia que debería.
👏🏼👏🏼gracias por pasarte por acá! Concuerdo con lo que dices 🤗
Nuestra salud mental es tan importante, pero, sin embargo, a veces la dejamos a un lado. Te felicito por tu artículo, me encantó. Saludos.
Gracias por tu lectura! Un abrazo
Excelente perspectiva de este tema y lo mejor es que "pagar" por nuestro bienestar es de más agradable.
Que tengas un excelente día 🌻
Cuidarnos nos hace sentir bien 🤗