Los picos emocionales los entiendo como momentos de ebullición. Ocurren en los primeros minutos de la emoción, cuando la experimentamos en todo su esplendor: la rabia, la felicidad histriónica, la decepción o el miedo. Las señales físicas y psicológicas son claras. Estamos atravesando un momento emocional intenso.
Mi primera recomendación en estos casos en no tomar absolutamente ninguna decisión, pues la razón se ve debilitada por la fuerza de las entrañas, los impulsos e instintos. En segundo lugar, lo ideal será establecernos un lugar seguro, para recuperar el equilibrio, para volver al estado original.
Dependiendo de la situación, estos momentos de intensa emocionalidad pueden durarnos minutos u horas. Con el tiempo, el raciocinio vuelve a entrar en el juego y es ahí donde inicia las danza de las emociones. La tristeza, por ejemplo, puede mutar a la rabia, y así un sin fin de combinaciones.
El punto de ebullición de la emoción puede generar algo de malestar y uno, por supuesto, no querrá sentirse mal por mucho tiempo. Naturalmente, la mente se hace de todos los recursos necesarios para "apagar el fuego". Y así empieza, poco a poco, a disminuir la intensidad de la emoción. A mi me ayuda mucho confiar en este mecanismo natural que tenemos los seres humanos para regularnos. Es la certeza de saber que no nos sentiremos del mismo modo siempre. Claro está que, ante ciertas circunstancias de la vida, sobre todo aquellas que implican grandes cambios o pérdidas, este "mecanismo" se descalibra un poco, y probablemente se requerirá de una ayuda adicional para reestablecer el equilibrio. Lo mismo ocurre en los casos de enfermedad mental.
Volviendo al tema del punto de ebullición de las emociones, ciertamente, algunos disparadores pueden hacernos conectar nuevamente con esa fuerte emocionalidad: Ver a esa persona nuevamente, recordar algún evento problemático o traumático vivido, volver al lugar de los hechos, entre otros...
Las emociones tienen un sentido. Es prácticamente el lenguaje interno del cuerpo, que dicta y traduce más allá de las palabras eso que disgusta, que entristece, que alegra, que enfurece. Ciertamente, no todas las emociones nos producirán placer, pero incluso, en esos momentos en los que sentimos emociones "desagradables", aprendemos y nos fortalecemos para continuar dándole la cara a esta aventura llamada vida.
I understand emotional peaks as moments of ebullition. They occur in the first minutes of the emotion, when we experience it in all its splendor: rage, histrionic happiness, disappointment or fear. The physical and psychological signs are clear. We are going through an intense emotional moment.
My first recommendation in these cases is not to make any decision at all, because reason is weakened by the force of the guts, impulses and instincts. Secondly, the ideal will be to establish ourselves in a safe place, to recover the balance, to return to the original state.
Depending on the situation, these moments of intense emotionality can last for minutes or hours. Eventually, reasoning comes back into play and that is where the dance of emotions begins. Sadness, for example, can mutate into rage, and so on and so forth in endless combinations.
The boiling point of emotion can generate some discomfort and one, of course, will not want to feel bad for long. Naturally, the mind makes all the necessary resources to "put out the fire". And so it begins, little by little, to diminish the intensity of the emotion. It helps me a lot to trust in this natural mechanism that we human beings have to regulate ourselves. It is the certainty of knowing that we will not always feel the same way. Of course, in certain circumstances of life, especially those involving major changes or losses, this "mechanism" becomes a little unbalanced, and probably will require additional help to restore the balance. The same is true in cases of mental illness.
Returning to the subject of the boiling point of emotions, certainly, some triggers can make us reconnect with that strong emotionality: seeing that person again, remembering some problematic or traumatic event lived, going back to the place of the facts, among others...
Emotions have a meaning. It is practically the internal language of the body, which dictates and translates beyond words that which displeases, saddens, cheers, angers, or infuriates. Certainly, not all emotions will produce pleasure, but even in those moments when we feel "unpleasant" emotions, we learn and strengthen ourselves to continue facing this adventure called life.
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mil gracias por el apoyo <3
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Hola apreciada @sofiaquino98 me ha gustado mucho tu trabajo, me sentí identificada y aún más, creo que durante ese momento crucial donde las emociones están en su máxima expresión, respirar y callar nos evitará muchos problemas. Las emociones debemos controlarlas, es muy fácil darle riendas sueltas, pero luego que que nos sentamos a meditar, son muchas las cosas que determinamos que pudimos evitar. Buen trabajo cariño🤗👏👏👏👏
Tal cual lo has dicho, esa es la clave: Respirar y callar.
Me alegra contar con tu lectura y comentario! un abrazo
Definitivamente, no es recomendable tomar decisiones en pleno punto de ebullición.